Riotinto: geología y biología extrema

 

El río Tinto, Huelva, Arxiu RMiB

La comarca de Riotinto es un lugar muy especial, con una larga historia de explotación de recursos mineros que se remonta al tercer milenio a. C., lo que la convierte en una de las zonas mineras más antiguas del mundo. Visitar esta región permite observar y comprender una compleja sucesión de fenómenos geológicos, descubrir una gran variedad de minerales y sorprenderse con la antigüedad de las explotaciones mineras, así como con las técnicas empleadas por las diferentes culturas que han habitado este rincón de la península ibérica.

 


Una geológica singular

Estas tierras están formadas por diversas capas de rocas sedimentarias e ígneas que se originaron en el Paleozoico, anteriormente conocido como la era primaria. Se trata de la primera de las tres eras geológicas más recientes, que comenzó hace unos 542 millones de años, cuando la vida se desarrolló, aunque aún permanecía confinada al mar. Al final de este periodo, los seres vivos salieron de los océanos y comenzó la conquista de la superficie terrestre. Las especies que dominaban el planeta en aquel entonces eran los trilobites, de los que hoy se conocen más de 20.000 especies.

Pero regresemos a la geología. Para que se formara esta concentración de minerales singulares, fue necesaria la aparición de abundantes fuentes hidrotermales en el fondo marino. Cuando el magma entra en contacto con el agua del mar, y bajo las altas presiones propias de las profundidades oceánicas, se generan reacciones que modifican los materiales. En esas condiciones se producen procesos metasomáticos —cuando el magma reacciona con el agua marina— y procesos metamórficos —cuando los materiales reaccionan ante el elevado calor y la gran presión del fondo marino—. Estas reacciones transforman los minerales magmáticos originales y dan lugar a precipitados en forma de sulfuros masivos polimetálicos, resultado de la combinación del azufre con los metales del magma, a temperaturas superiores a los 375 °C, en unas condiciones verdaderamente singulares.

Solo faltaba que esa acumulación mineral emergiera de los fondos marinos, y a ello contribuyó la deriva de las placas tectónicas, que provocó el choque de la placa de Laurasia con la de Gondwana, dando lugar al supercontinente Pangea. Este evento tectónico tuvo lugar entre el Devónico Superior y el Pérmico, aproximadamente entre hace 380 y 280 millones de años. Dicho choque desencadenó la conocida como orogenia varisca o hercínica, que propició la emergencia de la enorme capa de sulfuros férricos que hoy conocemos como la Faja Pirítica Ibérica. Esta formación dio origen a las sierras del sur de Portugal y a las sierras andaluzas de Huelva.

La Faja Pirítica está compuesta por diferentes capas y vetas que incluyen pizarras, grauvacas y cuarcitas. En algunas zonas se encuentran lentejones aislados de calizas, acumulaciones de geles de sílice con hierro y manganeso. Posteriormente, se añadieron otras capas formadas por rocas volcánicas, principalmente ácidas, como piroclastos gruesos y finos, lavas riolíticas, piroclastos riodacíticos, además de pizarras silíceas, pizarras negras, areniscas, jaspes, calizas y nódulos de manganeso. Finalmente, todo este conjunto fue cubierto por sedimentos calcáreos que contienen restos fósiles.

 

Río Tinto, Arxiu RMiB

El río Tinto (1)

Este pequeño río nace en la sierra de Padre Caro y, tras recorrer unos 100 km, se funde con el río Odiel al llegar a la ría de Huelva, ya muy cerca del mar. Sus aguas presentan unas condiciones únicas, derivadas del sustrato mineral que atraviesan. El pH ácido favorece la disolución de minerales metálicos, lo que provoca que transporten altas concentraciones de metales pesados disueltos, como pirita, sulfuro de hierro, calcopirita, blenda, galena, casiterita, cobre, cadmio, zinc, cromo, arsénico y manganeso. Además, en la cuenca del río Tinto abundan las llamadas tierras raras, como el escandio, el itrio y los 15 elementos lantánidos, todos ellos disueltos en este río singular.

A simple vista, lo más llamativo es el intenso color rojizo de sus aguas —que roza el negro—, un rasgo muy fotogénico. Este tono es el resultado de un complejo proceso químico llevado a cabo por unos seres increíbles que habitan en el río: microorganismos que oxidan la pirita. Esta oxidación genera ion férrico, que tiñe las aguas de rojo, mientras que el depósito de sulfuros colorea las orillas con un tono amarillo muy característico.

Otra sustancia resultante de la oxidación de la pirita por acción de estos microorganismos es la jarosita, un mineral compuesto por sulfato de potasio e hierro con hidroxilos. Lo más sorprendente es que este compuesto también se ha encontrado en Marte, lo que podría indicar que, en algún momento, ciertos tipos de bacterias pudieron prosperar en el agua del planeta rojo.

Otra peculiaridad de este “caldo” es su altísima acidez: ningún vertebrado podría vivir en él, ni siquiera beberlo... aunque más adelante descubriremos que hay una excepción.

Río Tinto, detalle, Arxiu RMiB


Biodiversidad del río

A pesar de que el río Tinto es una corriente de agua extremadamente ácida, esta “sopa de minerales” está llena de vida. El Tinto alberga bacterias acidófilas, organismos extremófilos, algunos de ellos endémicos.

Vayamos por partes. Las bacterias son microorganismos microscópicos formados por células procariotas, es decir, sin núcleo ni orgánulos complejos. Son quimiótrofas: organismos que obtienen energía descomponiendo compuestos minerales, en este caso, la pirita. Como la pirita está compuesta por azufre y hierro (FeS₂), su oxidación genera ácido sulfúrico, lo que reduce el pH del agua hasta niveles extremadamente bajos, comprendidos entre 1,7 y 2,7.

Estas bacterias son acidófilas porque viven en medios muy ácidos, es decir, prosperan en disoluciones con una alta concentración de iones de hidrógeno (H⁺), en comparación con el agua pura. La acidez se mide con el pH, y los medios ácidos tienen valores inferiores a 7. Estos pequeños y primitivos organismos también se consideran extremófilos, ya que habitan en condiciones muy distintas —y extremas— respecto al resto de formas de vida terrestre.

Entre los microorganismos más comunes del río Tinto destacan Acidithiobacillus ferrooxidans, Leptospirillum ferrooxidans y Acidiphilium spp., que representan el 80 % de la biomasa procariótica del río. También hay arqueas, organismos similares a las bacterias pero con estructuras celulares más complejas, más cercanas a los seres eucariotas (los que tienen núcleo).

Detalle del libro de González (1950)


En ciertas zonas del río, donde la acidez es algo menor, viven organismos eucariotas, como algas y cianobacterias fotosintéticas, que realizan la fotosíntesis y liberan oxígeno. Este oxígeno es aprovechado por las bacterias oxidantes para descomponer el hierro y los sulfuros. Aproximadamente el 65 % de la biomasa total pertenece a este grupo de protistas fotosintéticos. Las algas identificadas pertenecen a los géneros Chlamydomonas, Chlorella, Klebsormidium, Zygnema y Dunaliella. También se han encontrado algas rojas (rodófitas) de los géneros Galdieria y Cyanidium.

Los principales “depredadores o carroñeros” del sistema son los protistas, organismos unicelulares eucariotas que no pertenecen al reino animal, vegetal ni fúngico, y que se alimentan de materia orgánica, por lo tanto, son heterótrofos. En este grupo se han identificado amebas de la clase Lobosea, flagelados de los géneros Bodo y Ochromonas, ciliados del género Oxytricha, y heliozoos del género Actinophrys.

Y como la biodiversidad no entiende de límites, incluso se ha encontrado un rotífero de la clase Bdelloidea, lo que lo convierte en el único animal que ha logrado adaptarse y prosperar en las ácidas aguas del Tinto. La biodiversidad se complementa con diversos hongos acidófilos. Alejadas del contacto directo con las aguas, también han evolucionado algunas plantas adaptadas a este medio extremo, como el brezo minero (Erica andevalensis) o una hierba de la familia Poaceae, Imperata cylindrica.

 

Playa de vías, Riotinto, Arxiu RMiB

Historia minera de Riotinto

Se estima que, a lo largo de los últimos 5.000 años, se han extraído cerca de 2.000 millones de toneladas de mineral en Riotinto, y aún quedarían más de 400 millones de toneladas por explotar. Las primeras escorias de fundición de cobre se han encontrado en Anatolia y están fechadas en torno al 6.000 a. C. Unos 2.000 años después, en el IV milenio a. C., ya se trabajaba el metal en los Balcanes y en Grecia. Se cree que, hacia el 3.000 a. C., las técnicas metalúrgicas llegaron al sureste de la península ibérica, y hacia el 2.700 a. C. ya se habían generalizado en el sur.

Esta cronología se deduce a partir de los indicios de extracción de minerales encontrados en la zona. En la mina de Cuchillares, en Campofrío, se han descubierto trincheras excavadas siguiendo vetas superficiales de cobre, además de restos de escorias que indican actividad de fundición en el mismo lugar. Estas explotaciones se consideran contemporáneas de la cultura pretartésica que erigió los dólmenes del Pozuelo, datados en la Edad del Cobre o Calcolítico, entre el 3.000 y el 2.500 a. C.

Durante la Edad del Bronce (3.300 a. C. – 1.200 a. C.), se han hallado pequeñas tumbas cuadrangulares que contenían cenizas acompañadas de cerámicas, objetos de plata y cobre. Al final de esta etapa surgió la cultura de Tarteso (1.200 a. C. – 900 a. C.), que, gracias a su desarrollo metalúrgico, mantuvo un activo comercio con las principales civilizaciones del Mediterráneo.

La romanización supuso un nuevo y potente impulso a la minería. A partir del año 43 a. C., se intensificaron las explotaciones, un proceso que se mantuvo durante seis siglos. Se calcula que los romanos fueron responsables de la generación de unas 20 millones de toneladas de escorias.

El siguiente gran impulso a la minería tuvo que esperar hasta el siglo XVI, cuando Felipe II ordenó una inspección de los recursos mineros del río Tinto, encargo que fue llevado a cabo por Fray Diego Delgado. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando se inició la explotación industrial de la zona, impulsada por diversas empresas que, en un primer momento, se centraron en la extracción de pirita, de la cual obtenían cobre. En esta etapa se abrió la mina Esperanza, en 1850.

 

Galería de la Peña de Hierro, Arxiu RMiB

Rio Tinto Company Limited

Rápidamente, los británicos monopolizaron la minería en la zona y, para ello, crearon la Rio Tinto Company Limited, que operó entre 1873 y 1954. En un principio, la empresa se dedicó a la extracción de sulfuros metálicos, principalmente cobre. Posteriormente, centraron sus esfuerzos en la explotación de pirita cruda. A partir de 1950, comenzaron a extraer azufre para la fabricación de ácido sulfúrico.

El volumen de la explotación y los beneficios obtenidos eran tan significativos que los británicos construyeron una línea de ferrocarril para transportar el mineral hasta el puerto de Huelva. Además, edificaron un lujoso barrio residencial destinado a sus directivos, con todas las comodidades de la época.

En 1954, las explotaciones dejaron de ser rentables debido a la caída de los precios del cobre y a los elevados costes de extracción, lo que provocó el cierre de la empresa.

Gossan de la Peña de Hierro, Arxiu RMiB


El gossan de Río Tinto Patiño

Entre 1966 y 1968, en la mina Peña de Hierro de Nerva se descubrió un filón de gossan. Las monteras de hierro, o “gossan”, están formadas por sulfuros de hierro que, al estar situados en la superficie terrestre, sufren la acción de fenómenos atmosféricos que los oxidan. Este mineral se caracteriza por su color rojo oscuro, típico del óxido de hierro, y por contener entre 1,8 y 2,5 gramos por tonelada (gr/T) de oro, cantidad suficiente para justificar su explotación.

La concesión para su explotación se adjudicó en 1970 a la empresa Río Tinto Patiño. Para separar la ganga (el material de desecho) de los metales preciosos, el mineral se procesaba en plantas de cianuración mediante métodos de calcinación y fusión. La producción anual rondaba los 6.700 kg de oro y 140.000 kg de plata, obtenidos tras tratar 4,5 millones de toneladas de roca.

Una vez agotadas las capas de óxido de hierro, la explotación se cerró en 2001. La palabra “gossan” fue introducida por los británicos que dirigieron la minería en Huelva. Una teoría sobre su origen sugiere que procede del bretón, ya que “gōs” significa “sanguíneo”, en referencia al intenso color rojizo de estas rocas.

Instalaciones mineras de Cerro Colorado, Arxiu RMiB

  

Las minas del municipio de Minas de Riotinto

Cerro Colorado (2) y Corta Atalaya (3)

Cerro Colorado es una de las mayores minas a cielo abierto del mundo y la más grande de Europa. Se abrió en lo que inicialmente era una gran montaña rojiza. Al oeste de Cerro Colorado, y separada de esta por la carretera A-461, se encuentra Corta Atalaya. En realidad, ambas forman parte de la misma explotación y comparten el mismo filón.

Esta zona está formada por diversas capas de rocas volcánicas y sedimentarias generadas en el Fameniense, el último piso del período Devónico, dentro de la era del Paleozoico. Está compuesta por una gran masa de materiales férricos, rocas volcánicas ácidas, intermedias y básicas, pizarras negras, pizarras silíceas, tufitas vulcanogénicas, pizarras moradas, cherts y jaspes.

Todos estos materiales, debido a la filtración y erosión provocada por fenómenos meteorológicos, precipitaron debajo una gran masa de óxido de hierro (gossan), limonita y caolín, muy rica en sulfuros de cobre como la calcosina y la covellina. A continuación aparece una capa formada por el material primario, conocido como “stockwork” (rocas que contienen vetas o venas entrecruzadas de diferentes minerales). En las venas de estas rocas se concentran minerales como pirita, calcopirita, pirrotina, cuarzo, calcita y clorita.

Además, hay presencia de basalto, riolita y andesita. Intercalados se encuentran depósitos pizarrosos y de sedimentos químicos (jaspe), además de algunos valiosos filones de lentejones de sulfuros masivos y areniscas volcanoclásticas.

La extracción del mineral se realiza mediante la excavación de la montaña, dando lugar a una gigantesca fosa escalonada que ocupa 4,2 km². Tiene una longitud máxima de 2.020 metros, una anchura máxima de 800 metros y una profundidad que alcanza los 230 metros. Se calcula que el volumen inicial de material de esta veta rondaba los 500 millones de toneladas de mineral, de las cuales aún queda aproximadamente la mitad por extraer.

Instalaciones de Atalaya Riotinto Minera, en Cerro Colorado. Arxiu RMiB


EMED Minning - Emed Tartessus - Atalaya Riotinto Minera

Estos nombres corresponden a la misma empresa que aprovechó la espectacular subida del precio del cobre a partir de la crisis de 2007 y reemprendió la explotación de Río Tinto en 2016. Desde entonces, procesan el sulfuro de cobre, del cual extraen anualmente 45.000 toneladas de concentrado de cobre y, además, obtienen plata como subproducto.

En 2023 extrajeron 14,9 millones de toneladas de mineral y 32,2 millones de toneladas de residuos. La roca estéril acumulada supera los 555,6 millones de toneladas, la cual está prevista para rellenar las secciones ya explotadas y agotadas. En febrero de 2024, habían alcanzado la cifra de 100 millones de toneladas de material tratado desde su reapertura, con una capacidad nominal de procesamiento de 15 millones de toneladas de mineral anuales.

El proceso de tratamiento del mineral es el sistema de flotación convencional por espumas. Consiste en moler el material mediante un molino semiautógeno (SAG) y, mediante flotación, separar sus componentes, concentrando la calcopirita y la pirita. Posteriormente, la pasta obtenida se vuelve a moler y filtrar. Luego, el resultado se espesa para obtener el concentrado de cobre.

Para llevar a cabo este proceso, se necesita bombear 4.400 m³/h de agua, que extraen del embalse de Campofrío, de Aguas Limpias y del río Odiel, para concentrarla en un estanque de 1.680 m³. En cuanto a las aguas residuales de Corta Atalaya, son bombeadas hasta una planta de tratamiento, y el agua tratada se almacena en cinco tanques para su reutilización dentro del sistema. Esta instalación tiene una capacidad de tratamiento de 200 m³/h.

El mineral obtenido se transporta mediante camiones con capacidad de 25 toneladas hasta el puerto de Huelva, situado a 75 km de distancia.

 

Mineral en Peña de Hierro, Arxiu RMiB

Peña de Hierro (4)

Ubicada en el municipio de Nerva, es una explotación ya cerrada que se abrió en el período romano. En esta zona hay rocas volcánicas ácidas, intermedias y básicas, pizarras negras, pizarras silíceas, tufitas vulcanogénicas, pizarras moradas, cherts y jaspes.

Actualmente, se ha construido un centro de interpretación que permite atravesar un túnel minero y asomarse al hueco dejado por la explotación, así como a la laguna que se ha formado en el fondo. La corta mide 320 metros de largo por 200 metros de ancho y llegó a tener una profundidad de 125 metros, ahora ocupada por un lago de aguas negras.

En ella podemos encontrar una gran zona gris de pirita, áreas de pizarras, una zona de gossan, otra de jarosita y una zona de pizarras moradas.

 

Excavadora obsoleta, Arxiu RMiB

Técnicas de extracción del mineral

Para la extracción del mineral en las explotaciones a cielo abierto se utilizan perforadoras eléctricas rotativas de gran diámetro. Actualmente, estas máquinas cuentan con un sistema de control de la perforación que ha permitido duplicar los rendimientos.

Para acceder a la roca madre se realizan voladuras que pueden fragmentar más de 20.000 toneladas de material utilizando alrededor de 2.000 kg de explosivos. Para evitar vibraciones que podrían provocar derrumbes no deseados, las detonaciones se efectúan de forma secuencial, con un máximo de 95 kg de explosivo por disparo.

Para cargar el mineral se emplean excavadoras de cable de gran tamaño, con cazos de más de 40 m³, capaces de cargar cada camión en solo tres cucharadas. También se utilizan excavadoras hidráulicas, con capacidad de carga superior a 20 m³, que son más rápidas y maniobrables que las de cable.

El transporte del material hasta las plantas de tratamiento se realiza mediante una flota de camiones con capacidad para 220 toneladas cada uno.

 

Carga de mineral, en Corta Atalaya, Arxiu RMiB

Recursos disponibles

Los recursos mineros que aún están pendientes de explotar en esta zona de Huelva se estiman en más de 1.000 millones de toneladas (Mt), repartidos de la siguiente forma:

·         Piritas (incluidas las cobrizas): 208 Mt

·         Sulfuros complejos masivos: 138,1 Mt

·         Mineral cuprífero diseminado: 281,7 Mt

·         Gossan de oro y plata: 47,3 Mt

Total: 675 Mt

 

Mapa visita Riotinto, Arxiu RMiB

Visitar las minas de Riotinto

El actual Parque Minero de Río Tinto es una visita obligada para cualquier naturalista interesado en la geología y la biología extrema. Se recomienda dedicar al menos un día completo a recorrer esta zona de la sierra de Huelva. Para planificar la visita, es importante consultar las diferentes opciones disponibles en la página oficial: https://www.parquemineroderiotinto.es/. Se aconseja comprar las entradas por internet y estudiar bien los horarios para no perderse ninguna zona interesante.

Máquina de vapor, museo Minero de Riotinto, Arxiu RMiB


Museo Minero (5)

Ubicado en la localidad de Minas de Río Tinto, fue inaugurado en 1992 y fue la primera atracción del parque. El edificio fue anteriormente el hospital minero. El museo cuenta con varias salas que explican la geología, la historia minera de la zona, las técnicas empleadas y una recreación de una galería minera romana. La visita es libre y se puede utilizar audioguía. La duración recomendada es de al menos una hora. En la entrada hay un punto de información y una tienda geológica.

Peña de Hierro, Arxiu RMiB


Peña de Hierro (4)

Se encuentra en Nerva, a unos 15 minutos en coche desde Minas de Río Tinto. Muy recomendable recorrer la galería minera y luego subir por la pista detrás del centro de recepción para observar desde arriba el pozo y fotografiarlo. La pista que rodea la boca de la explotación permite ver restos minerales con diversos colores y texturas. También se puede disfrutar de un paseo por los alrededores del aparcamiento para contemplar la belleza mineralógica del lugar.

Ferrocarril minero de Riotinto, Arxiu RMiB


Ferrocarril Turístico Minero (6)

Se sitúa a mitad de camino entre Nerva y Minas de Riotinto, antes de llegar a esta última. Se recomienda llegar 20 minutos antes de la salida del tren, que dura unas dos horas y recorre un tramo de 22 km entre Nerva y Los Frailes, parte del antiguo tren minero británico. El recorrido discurre paralelo al río Tinto, cuyo color rojo intenso y tonalidades amarillas y naranjas en la ribera son producto de los sulfuros. 

Río Tinto, Arxiu RMiB


Fuera de la zona de aguas ácidas, el paisaje está dominado por el bosque mediterráneo. A lo largo del camino se pueden ver playas de vías con restos de vagones y traviesas antiguas. Al llegar a Los Frailes, se permite bajar para acercarse al río, ideal para amantes de la geología y la fotografía. El tren regresa luego al punto de partida.

Casa 21, Arxiu RMiB


Barrio de Bellavista (7)

Muy cerca del museo, este barrio alojaba a los directivos británicos de la Rio Tinto Company Ltd. Se puede visitar la Casa 21, una vivienda unifamiliar de estilo victoriano.

Corta Atalaya, Arxiu RMiB


Visita a Corta Atalaya (3)

Desde la puerta del museo, un guía en coche conduce a los visitantes hasta el borde mismo de Corta Atalaya. Aunque la mina sigue en explotación, la visita incluye una explicación completa sobre la enorme magnitud de esta mina a cielo abierto. La duración aproximada es de una hora.

Mina de Cerro Colorado desde el mirador, Arxiu RMiB


Mirador de Minas de Riotinto (8)

Se recomienda visitarlo al atardecer para evitar que la luz del sol dificulte las fotografías y la apreciación de los detalles. Está situado junto a la carretera A-461, al norte de la localidad. Desde el mirador se puede contemplar la gran cicatriz de Cerro Colorado al este, el embalse del cobre (9) y las zonas donde se amontona la ganga. La vista es espectacular, con las excavadoras que parecen hormigas y los camiones enormes serpenteando por las pistas de acceso.

 

Otras opciones turísticas. 

Marte en la Tierra: Paseo en tren minero hasta las zonas donde NASA, ESA y otras instituciones realizan pruebas por la similitud con la superficie marciana. 

Tren de la Luna: Recorrido nocturno para apreciar el singular cauce del río Tinto de noche. 

Riotinto Experience: Recorrido en minibús dentro de la explotación de Atalaya Mining, explicando el proceso minero sin interrumpir la actividad minera.

 

Dólmen de El Pozuelo, Arxiu RMiB

Recomendación adicional

Dedica una mañana para visitar los dólmenes de El Pozuelo, situados en el término de Zalamea la Real, cerca de Riotinto. Son once sepulcros datados entre el 3000 y 2500 a. C., pertenecientes a las culturas El Villar y El Buitrón, que fueron las primeras en explotar los minerales de esta tierra.

 

Los minerales más frecuentes en Riotinto

Ácido sulfúrico

Compuesto químico muy corrosivo con fórmula H₂SO₄. Tiene gran importancia industrial, usado en numerosos procesos, producción de fertilizantes fosforados, ácidos y sulfatos (como el sulfato de hierro). Se obtiene mediante la oxidación del dióxido de azufre.

Andesita

Roca volcánica compuesta por plagioclasas y minerales ferromagnésicos.

Basalto

Roca ígnea más común de la corteza terrestre, formada por silicatos, magnesio, hierro y sílice.

Calcopirita

Sulfuro de hierro y cobre (CuFeS₂). Se forma en fuentes hidrotermales y suele ser el mineral más abundante en los yacimientos de cobre.

Caolín

Arcilla blanca pura, tipo silicato, con fórmula Al₂Si₂O₅(OH)₄. Se utiliza en la fabricación de cerámicas.

Cobre

El sulfuro de cobre aparece mezclado con otros minerales como zinc, pirita o rocas volcánicas alteradas hidrotermalmente. En esta zona, la mena contiene concentraciones de cobre y zinc entre 0,4–0,7 % y un 10 % de azufre. En 2025 se explotan minas como Cerro Colorado y el “piroclasto” de Aznalcóllar.

Covellina

Se forma por oxidación del sulfuro de cobre y suele contener impurezas de hierro, selenio, plata o plomo.

Hematita

Forma mineral del óxido férrico (Fe₂O₃), con color rojizo sangre u ocre.

Hierro

Metal abundante en la corteza terrestre y principal componente del núcleo de la Tierra.

Jarosita

Mineral compuesto por sulfato de potasio y hierro con hidroxilos.

Jaspe

Mezcla de cuarzo con otros materiales, usualmente de color rojizo, formada en fuentes hidrotermales.

Limonita

Mezcla de minerales descompuestos, de color pardo amarillento, frecuente en zonas con hierro oxidado.

Mena y ganga

En minería, la mena es el mineral útil y rentable, mientras que la ganga es el material sin valor comercial que se desecha.

Pirita de hierro

Mineral que se presenta con azufre y se utiliza para fabricar ácido sulfúrico. Su oxidación produce sulfato de hierro. Durante la extracción se generan cenizas con hierro, cinc y metales preciosos aprovechables.

Riolita

Roca ígnea asociada a la zona minera.

Sulfuro de cobre o calcosina

Compuesto por cobre y azufre, fórmula Cu₂S, conocido en estado natural como calcosina.

 

Bibliografía

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Atalaya Ríotinto:

https://riotinto.atalayamining.com/

Cianobacterias, Marte y Huelva:

https://www.xataka.com/espacio/huelva-a-marte-rio-tinto-sus-cianobacterias-sirven-a-nasa-para-preparar-exploracion-planeta-rojo

Diversidad microbiana del río Tinto:

https://core.ac.uk/download/pdf/235852274.pdf

Dólmenes de El Pozuelo:

https://www.andalucia.org/listing/d%C3%B3lmenes-de-el-pozuelo/15923102/

Sánchez, A. (1996) “La Faja Pirítica española. Metalogenia. Exploración. Explotación. Aprovechamiento de sus minerales”:

https://www.um.es/hisminas/wp-content/uploads/2012/06/Alejandro-Sanchez-Faja-Piritica-1996.pdf

Geología, extremófilos y Minas de Riotinto:

https://viajandoconcienciahome.wordpress.com/2022/09/12/geologia-extremofilos-y-la-mano-del-hombre-modelando-un-paisaje-unico-minas-de-riotinto/

Mellado, D., González, E., Tornos, F., Conde, C. (2006) “Geología y estructura de la Mina de Río Tinto (Faja Pirítica Ibérica, España)”. Geogaceta, 40. 231-234 ISSN: 0213683X.

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Microorganismos extremófilos:

https://geotermia.ch/2019/07/20/microorganismos-extremofilos-la-vida-en-el-ambiente-geologico-extremo-de-rio-tinto/

Minas de Riotinto:

https://speedstar71.blogspot.com/2016/

Minerales:

http://www.fotominer.com/FOTOMINER/RECOPILATORI2/MINERALS/albumsminerals.htm

Pibernat, A. R. (2016). “Extremophilic protists in the rio Tinto : the relationship between environment and the microbial communitary in a patchwork of geological «islands». https://repositorio.uam.es/handle/10486/670757

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Principia Magazine. (2015, 28 mayo). “Vivir en un infierno ácido”: https://principia.io/2015/05/28/vivir-en-un-infierno-acido.IjExMCI/

Río tinto y archaeas:

https://sites.google.com/educarex.es/biodiversidad-caurium22/r%C3%ADo-tinto-y-archaeas

Tierras raras en el río Tinto:

htps://www.huelvainformacion.es/huelva/extraordinario-hallazgo-tierras-raras-rio-tinto-cientificos-uhu-encuentran-tesoro-millones-euros_0_2003572420.html