TENERIFE Y LA GOMERA: AVES, VOLCANES Y LAURISILVA


El Teide, vertiente norte, abajo la corona forestal.


Lagarto tizón (Gallotia galloti galloti)


Del 5 al 12 de abril toda la familia nos fuimos a Tenerife y La Gomera, como en todo viaje familiar intento conciliar la observación de aves con el resto de la familia, mi mujer y dos “niñas” de 12 y 17 años. La forma de conseguirlo básicamente consiste en elegir alojamiento próximo a zonas de interés natural y poder escaparme todos los días al amanecer hasta la hora del desayuno y después continuar todos juntos con las visitas habituales.


Barranco de Ruiz, Icod El Alto.

Para el primer alojamiento elegí Icod El Alto muy próximo al Barranco Ruiz, este es un corte abrupto del terreno excavado por el agua y que se caracteriza por la existencia de reductos de vegetación de laurisilva, de comunidades de plantas rupícolas y de zonas con vegetación típica de los bosques termófilos en un buen estado de conservación. Allí con un 2-3 horas durante tres mañanas pude ver algunas de las aves endémicas de Canarias, el canario (Serinus canaria), el mosquitero canario (Phylloscopus canariensis), la paloma rabiche (Columba junoniae), la paloma turqué (Columba bollii), el halcón tagarote (Falco pelegrinoides), y las subespecies de mirlo común (Turdus merula cabrerae), la curruca capirotada (Sylvia atricapilla heineken), y el petirrojo (Erithacus rubecula superbus). Me costó explorar la zona porque a lo abrupto del terreno hay que añadir que uno de los pocos senderos que permiten bajar al fondo del barranco estaba cerrado por peligro de desprendimientos, las observaciones de las palomas endémicas fueron cortas y a distancia, cuando las aves salían volando de la espesura para volver a ocultarse en ella.




El Teide, vertiente sur.
  

El segundo día subimos al Teide, desde Icod pasamos a La Orotava y allí justo antes de entrar a la zona de la corona forestal observé ratonero (Buteo buteo insularum) y cernícalo (Falco tinnunculus canariensis). En las cañadas solo pude observar bisbita caminero (Anthus berthelotii) y el Lagarto tizón (Gallotia galloti galloti) muy cerca de la cumbre que está a 3.718 msnm. Un consejo; subir a la cumbre es fácil casi para cualquiera a pesar de que se nota la escasez de oxígeno, pero hay que pedir permiso con antelación ya que el acceso está limitado en franjas horarias y con cupos máximos diarios, para solicitarlo pinchar aquí.


Desde la cima del Teide detalle del cráter
Dentro del cráter del Teide, piedra de sulfurosa con emanaciones de gas.
Área de Las Lajas, Vilaflor. Bosque de pino canario
Pinzón azul (Fringilla teydea teydea)
Drago milenario de Icod de Los Vinos


Por la tarde después de la comida nos acercamos a descansar al área de Las Lajas, en Vilaflor, por la C-821 en el km. 58.2, es una zona recreativa en un bosque aclarado de pino canario (Pinus canariensis), mientras yo aproveché para observar pinzón azul (Fringilla teydea teydea), canario (Serinus canaria), cuervo (Corvus corax tingitanus), y el pico picapinos (Dendrocopos major canariensis). Os pongo las coordenadas de la única charca mínima que hay en la zona y que utilizan las aves para beber, se pueden observar sentado a 3 metros en los escalones de una caseta de los forestales ya que las aves sin ningún rubor bajaron a beber sin importarles mi presencia, si os gusta hacer fotos  tener en cuenta que en esta época del año el sol se marcha enseguida y allí da la sombra enseguida.


Pico picapinos (Dendrocopos major canariensis)

28°11'21.20"N
16°39'56.73"O

Barranco de Masca

Otra actividad que gustara a pajareros y familia es la observación de “ballenas” desde el puerto de Los Gigantes, en el puerto mismo hay muchas empresas que hacen salidas pero mirar bien que los precios varían mucho, nosotros a 15€ por persona hicimos un recorrido de 3 horas que nos permitió observar gaviota patiamarilla (Larus cachinnans Atlantis) y delfín mular (Tursiops truncatus), no tuvimos suerte y no vimos los frecuentes calderón tropical (Globicephala macrorhynchus) ni el rorcual común (Balaenoptera physalus) que vieron en la primera salida de esa misma mañana, me enseñaron las fotos. Otra razón de peso para realizar esta excursión es que se acercan a los negros acantilados de lava de Los Gigantes con más de 500 metros de altitud y al final del espectacular barranco de Masca.


Delfín mular (Tursiops truncatus)

En la travesía a La Gomera sí que pudimos observar el calderón tropical (Globicephala macrorhynchus), más delfín mular (Tursiops truncatus), además de las habituales gaviota patiamarilla (Larus cachinnans Atlantis) y la muy abundante pardela cenicienta (Calonectris borealis), falló la ansiada pardela chica (Puffinus assimilis) que se me volvió a resistir, así tendré excusa para volver a visitar las Islas Canarias.


Delfín mular (Tursiops truncatus)

En la Gomera, en el Parque Nacional de Garajonay añadí dos nuevas especies, el reyezuelo canario (Regulus teneriffae) y el precioso pinzón vulgar canario (Fringilla coelebs canariensis) que se muestran muy confiados en la ermita de Lourdes, cerca de la aldea de El Cedro, si les dais algo de comer los tendréis muy cerca. De esta isla me encantó todo en general pero especialmente el recorrido por dentro de la laurisilva, y en concreto el sendero de El Cedro son 5.5 km de bajada y luego de subida que se hacen largos y pesados al final pero en la aldea en el Camping hay un restaurante donde se come muy bien y a un precio muy razonable, por lo que vale la pena rematar el día con la dura ascensión.


Pardela cenicienta (Calonectris borealis)


Garajonay, sendero a El Cedro
Coordenadas de la ermita de Lourdes, El Cedro.

28° 7'37.30"N
17°13'15.08"O

Bosque de Laurisilva, La Gomera, Parque Nacional de Garajonay.


Garajonay bosque de ladera.


Los bosques aquí son espectaculares y no se parecen a ninguno de los europeos, hay diversos tipos vegetación dependiendo de la altitud y de la humedad que viene determinada por la orientación y la altitud de los valles frente a las nubes cargadas de humedad que traen los vientos alisios. En las cumbres con más nieblas encontramos los brezales de cumbre (Erica arborea), donde hay menos humedad domina el Fayal-brezal seco, con especies como el mocán (Visnea mocanera), el palo blanco (Piconia excelsea), el barbusano (Apollonias barbujana), el brezo (Erica arborea) y la faya (Myrica faya). En las laderas húmedas encontramos la laurisilva de ladera con el loro (Laurus azorica), la faya (Myrica faya) y el acebiño (Ilex canariensis) como especies más señaladas. En el fondo de los valles orientados al norte y por tanto más húmedos encontramos la laurisilva de valle aquí la vegetación de mayor porte son los grandes viñátigos (Persea indica)  y los tiles (Ocotea foetens) que pueden alcanzar los 35 m de altura. Añadir la gran cantidad de helechos, de musgos y pasear junto arroyos de agua pura, toda una experiencia muy recomendable.


Garajonay bosque húmedo en el fondo del valle, arroyo El Cedro.
Pinzón vulgar canario (Fringilla coelebs canariensis)
Vencejo unicolor (Apus unicolor)
  
Otras especies que pude observar los dos días siguientes que los dedicamos a recorrer la pequeña isla de La Gomera fueron el vencejo unicolor (Apus unicolor), el ratonero (Buteo buteo insularum) y paloma turqué (Columba bollii). En Aguló donde nos alojamos vi focha común (Fulica atra), halcón tagarote (Falco pelegrinoides), perdiz moruna (Alectoris barbara koenigi), pardillo de tenerife (Linaria cannabina meadewaldoi), petirrojo (Erithacus rubecula microrhynchus), gorrión moruno (Passer hispaniolensis hispaniolensis), cernícalo (Falco tinnunculus canariensis), paloma bravía (Columba livia canariensis), verderón (Carduelis chloris aurantiventris), el lagarto pequeño de La Gomera (Gallotia caesaris gomerae) y la introducida ranita meridional (Hyla meridionalis).

Roque de Agando, La Gomera, 1250 msnm.

Mosquitero canario (Phylloscopus canariensis)

De regreso a Tenerife alucinamos con un recorrido en coche por el Parque Natural de El Teno a través de la increíble carretera de Masca, estrecha es poco ya que se retuerce en innumerables curvas de 360°, entre precipicios sin fondo, con retamales y en la vertiente norte las eternas nubes enganchadas que conseguían un ambiente fantasmagórico. Al final llegamos a nuestro siguiente alojamiento en Buenavista del Norte, pero antes no pudimos evitar pararnos en El Palmar donde una loma semejante a un cono volcánico tenía unos profundos cortes en la ladera a modo de canales o derrumbes donde la tierra muy negra contrastaba con la verde vegetación de la ladera.

Lagarto pequeño de La Gomera (Gallotia caesaris gomerae) 

Barranco de Benchijigua, La Gomera

El último día hicimos el recorrido hasta el faro de la punta de Teno, más tierras y rocas negras donde encontramos la comunidad vegetal del tabaibal-cardonal y tuvimos la suerte que muchas estaban flor, por señalar las especies más características citaré el cardón (Euphorbia canariensis) una crasa con aspecto de cactus con forma de candelabro que alcanzan hasta los dos metros de altura, los dragos (Dracaena draco), las tabaibas (Euphorbia balsamifera, Euphorbia atropurpurea, Euphorbia regis-jubae), el verode (Senecio kleinia) y plantas de menor porte adaptadas a la salinidad  como el balo (Plocama pendula) y los cardoncillos (Ceropegia fusca y Ceropegia dichotoma). Por la tarde aproveché la cercanía de un campo de golf y pude añadir dos especies más la gallineta (Gallinula chloropus) y dos zarapito trinador (Numenius phaeopus). Como remate final desde un promontorio cerca de la costa disfruté de un atardecer colorido donde además de adivinar en el horizonte, al norte, la silueta de la isla de La Palma pude ver a lo lejos un buen montón de pardela cenicienta canaria (Calonectris borealis) y soñé con volver a Canarias para poder observar la pardela chica.


Los Gigantes desde el faro de Teno.

Canario (Serinus canaria)

Bibliografía: "Las Aves de Canarias de Francisco Pérez Padrón, Ediciones Turquesa"

Los Roques y el Teide.
 
El Teno, vegetación costera,  tabaibal-cardonal.


Texto y fotos de Rafa Muñoz, abril de 2015.