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Bulbul naranjero (Pycnonotus barbatus) |
Aprovechamos las vacaciones de semana
santa para escaparnos unos días a Marrakech, yo ya había estado dos veces pero
ni Inma ni mi hija Aitana conocían la ciudad, por tanto hicímos un rápido
viaje turístico de 4 días donde no salimos de la ciudad y no tuve más
tiempo para pajarear que el pude conseguir madrugando por las mañanas antes
del desayuno.
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Escribano sahariano (Emberiza striolata) |
Esta ciudad tiene más de
1.500.000 habitantes y es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, está
situada a 400 metros de altitud al norte de la cordillera del Atlas que cuenta
con su altura máxima en el Toubkal con 4.165 metros de altitud.
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Detalle de dos nidos de Vencejo moro (Apus affinis) |
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Vencejo moro (Apus affinis) |
Nos alojamos en un Riad dentro de la Medina que
fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985 y no salimos de ella, teníamos
que recorrer sus zocos laberínticos llenos de infinitos artesanos, visitar los
principales monumentos como el palacio El Badii, la espectacular escuela
coránica la Medersa de Ben Youssef, el sorprendente palacete la Douiria
Mouassine, las tumbas Saadíes, la Kutubia y la incomparable plaza de Jemaa
el-Fna.
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Zarcero bereber (Hippolais opaca) |
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Nidos de Cigüeña blanca sobre el muro del palacio El Badii |
El primer día desayunando en la
terraza del Riad donde nos alojamos pude observar el vuelo de bastantes Vencejo
pálido (Apus pallidus), por un canto melodioso descubrí un Bulbul naranjero (Pycnonotus
barbatus) en lo alto de una antena, en terrazas vecinas vi los primeros
Escribano sahariano (Emberiza striolata) que compiten con los abundantes
Gorrión común (Passer domesticus).
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Rincón de uno de los puestos de los curanderos |
Ya inmerso en el bullicio del zoco
al llegar a la fuente de Mouassine observé un buen grupo de Vencejo moro (Apus
affinis) que utilizan los huecos del artesonado de madera encima mismo del
pilón para colocar sus globosos nidos construidos con plumas pegadas con su
saliva. En el zoco de las especias había unos puestos de curanderos que además
de todo tipo de plantas medicinales y amuletos también vendían animales vivos,
básicamente tenían camaleón común (Chamaeleo chamaeleon) ya que según la
tradición bereber comer cierta partes del animal puede restaurar la armonía de parejas
en dificultades, también lo utilizan contra “el mal de ojo” o como
reconstituyente. Había mucha Tortuga mora (Testudo graeca) de todos los tamaños
en jaulas y algún Lagarto de cola espinosa marroquí (Uromastix acantinurus), también
pieles de muchos animales, la verdad es que preferí no detenerme mucho para no
contribuir al tráfico y comercio de estas especies.
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Lagarto de cola espinosa marroquí (Uromastix acantinurus) y Tortuga mora (Testudo graeca). |
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Pieles de animales en uno de los puestos de los curanderos |
La segunda mañana disfruté con
las aves de los jardines que rodean la Koutoubia, pude observar más Bulbul
naranjero (Pycnonotus barbatus) y Zarcero común (Hippolais polyglotta). A espaldas
de la Koutoubia está el Parc Lalla Hasna donde añadí Curruca cabecinegra (Sylvia
melanocephala), Curruca carrasqueña (Sylvia cantillans), Zarcero bereber (Hippolais
opaca), Mosquitero musical (Phylloscopus trochilus), Mosquitero silbador (Phylloscopus
sibilatrix) además de otras especies más cosmopolitas como cigüeña blanca,
tórtola turca, mirlo común, verderón común, cernícalo vulgar o abubilla.
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Cobra norteafricana (Naja haje) |
En la plaza de Jemaa el-Fna que
traducido del bereber significa plaza de los artistas, entre contadores de
historias, aguadores, vendedores de zumos, puestos de comida y músicos
destacaban los encantadores de serpientes. Son los Aisauas un gremio que se
ganan la vida exhibiendo Cobra norteafricana (Naja haje) y Víbora bufadora (bitis
arietans) además de culebra bastarda y de herradura.
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Cobra norteafricana (Naja haje) |
Podéis ampliar información
en un magnífico artículo del Quercus nº374, firmado por Mónica Feriche, Soumia
Fahd, José C. Brito y Juan M. Pleguezuelos y llamado “Los encantadores de
serpientes”. Además de los encantadores de serpientes encontré un hombre que llevaba un pollo a medio emplumar de
ratonero moro (Buteo rufinus) y uno más pequeño vestido sólo con plumón de
cernícalo y los ponía en las manos de los turistas para que se hagan fotos, otro individuo llevaba encadenado por el cuello un joven de mono de Berbería
(Macaca sylvanus).
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Víbora bufadora (bitis arietans) |
Sirvan estas líneas para recomendaros una escapada a
Marrakech y para pediros que evitéis pagar a estos explotadores de una fauna
cada vez más escasa. Recordar que está totalmente prohibido importar fauna que
además de quedar requisada en la frontera podéis llegar a pagar una multa considerable
por intentar llevarlos a España.
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Encantador de serpientes con una cobra y varias víboras bufadoras |
Crónica y fotos de Rafa Muñoz
2017.
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