16/06/07.
EL RACÓ DE L’OLLA.
Iniciamos el recorrido con la compañía de nuestro compañero José Luis Terrasa, Vicepresidente de
Vimos la colonia reproductora situada al amparo de los islotes arenosos, con charranes comunes (Sterna hirundo) algunos con sus crías y otros con intentos de cópula mientras la hembra (era la que estaba debajo) mantenía un obsequio en forma pescado en el pico. Sus plumajes ya estaban iniciando el cambio, les acompañaban los charranes patinegros (Sterna sandvicensis). Se sumaban las gaviotas picofinas (Larus genei) y sus pollos, también una pareja de gaviota reidora (Larus ridibundus) con cría. Además de varios chorlitejos chicos (Charadrius dubius) y un archibebe común (Tringa totanus).
Algo más alejados en las lagunas observamos ejemplares de flamenco común (Phoenicopterus roseus) alimentándose y realizando juegos de cortejo, así como cigüeñuelas comunes (Himantopus himantopus) adultas y crías junto con alguna avoceta común (Recurvirostra avosetta) encargándose de su prole. La más escasa de nuestras ardeidas nos premitió con una breve observación, era una garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) discreta entre la vegetación. El broche exótico lo puso una especie rara en esta época reproductora un ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus), esta especie solo suele visitarnos durante los pasos migratorios.
A los consabidos ánades reales (Anas platyrhynchos) les acompañaba alguna hembra de porrón europeo (Aythya ferina) seguida de 4 crías e incluso se comento que hacia unos días aparecieron hembras con 13, 17 y hasta 20 crías. También observamos otras especies habituales como los zampullines comunes (Tachybaptus ruficollis) y las fochas comunes (Fulica atra). Incluso se puso a nuestro alcance algún tarro blanco (Tadorna tadorna) y por encima de nosotros el habitual trasiego continuo de garcetas comunes (Egretta garzetta), de alguna garza imperial (Ardea purpurea) y de las abundantes garzas reales (Ardea cinerea), así como las activas canasteras comunes (Glareola pratincola).
L’ULLAL DE BALDOVÍ
En coche camino al Ullal de Baldoví ahora guiados por Mario Giménez Delegado de SEO en el País Valencià, los campos de arroz estaban inundados y como el arroz todavía está bajo nos permitían observar desde la carretera muchísimas aves. Vimos cigüeñuelas (Himantopus himantopus), garcetas comunes (Egretta garzetta), algún martinete común (Nycticorax nycticorax) fugazmente. También pudimos ver garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), la mayor de nuestras ardeidas la garza real (Ardea cinerea), el omnipresente ánade real (Anas platyrhynchos) y la más tímida garza imperial (Ardea purpurea).
En el "ullal" se han realizados sueltas de galápagos autóctonos pero nos recibió una tortuga de florida que asomaba su cabeza cerca de un islote de cañas. También aparecieron algunos jilgueros (Carduelis carduelis), uno de ellos parecía que estaba más allá que aquí, pues no se movió del talud de tierra. Durante toda la mañana estuvimos acompañados ejércitos de vencejos (Apus ssp), aviones comunes (Delichon urbicum) y golondrinas (Hirundo rustica) limpiando de mosquitos los cielos, mientras los gorriones (Passer domesticus) y verdecillos (Serinus serinus) los llenaban con sus cantos. Rapaz nadie dijo ver pero con tanta variedad de especies en los humedales no había mucha tregua para mirar a lo alto. Alrededor de las 14 horas regresamos con un montón de imágenes para recordar del parque natural más antiguo de nuestras tierras.
Crónica de Arturo Cabos y Daniel Domingo. Fotos de Arturo Cabos y de José Luis Terrasa.
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