21/09/2013
14ºC día despejado.
Recorrido de las 7.51 a 10.30h.
Hacía bastantes días que no volvía por la marjal, lo primero que me
llamó la atención fue el exiguo nivel de las aguas debido a lo prolongado del
estiaje, solo las balsas mas cercanas al mar tenían un poco de agua y
evidentemente allí se concentraban las aves.
Un grupo de 5 juveniles y un adulto de flamenco (Phoenicopterus roseus)
fue lo primero más llamativo por el tamaño pero enseguida llamó mi atención la
presencia de 5 rascón (Rallus aquaticus) ave que normalmente no se suele
observar al vivir dentro del carrizal.
Una malvasía común (Oxyura leucocephala) destacaba entre 8 cucharas (Anas
clypeata), 6 fochas (Fulica atra), 2 azulones (Anas platyrhynchos), una cerceta
(Anas crecca), 2 calamón (Porphyrio
porphyrio) y 7 gallineta común (Gallinula chloropus). Completaban el cuadro 3 cigüeñuelas (Himantopus himantopus) y 2
zampullín chico (Tachybaptus ruficollis).
En la línea costera un solitario andarríos chico (Actitis hypoleucos)
y ya en la primera plataforma de observación la laguna completamente seca donde
solo destacaban dos zorros (Vulpes vulpes) campeando a sus anchas por el lecho
seco. Entre el carrizo dos invernantes un pechiazul (Luscinia svecica) y un
mosquitero común (Phylloscopus collybita). Revoloteando a la caza de mosquitos golondrina
común (Hirundo rustica) y un avión zapador (Riparia riparia).
De camino al observatorio de los charranes una Curruca cabecinegra (Sylvia
melanocephala), gorrión molinero (Passer montanus) y buitrón (Cisticola
juncidis). En la laguna apenas algún charco y en ellos una garza real (Ardea
cinerea) y una garceta común (Egretta garzetta), mientras que en las orillas un
chorlitejo chico (Charadrius dubius) y tres agachadiza común (Gallinago
gallinago).
De regreso a l’Estany una gaviota de audouin (Larus audouinii) y 2
patiamarillas (Larus michahellis), pero lo bueno de la mañana estaba a punto de
empezar. Observé en la orilla pedregosa un vuelvepiedras (Arenaria interpres)
tenía el sol de espaldas y después de observarlo decidí intentar acercarme para
poderlo fotografiar. La técnica de aproximación fue la habitual, acercarme
dando rodeos, dar la espalda y agacharme despistado, de rodillas disparaba la cámara y me levantaba despacio para continuar la aproximación.
Poco a poco me fui acercando y
las fotos empezaban a gustarme gracias a la proximidad. Me llevó cerca de media
hora pero la cosa mejoraba, ya no recelaba de mi presencia y se le acercó otro
individuo. Decidí bajar a la orilla por lo que me alejé un poco, dándoles la
espalda, pensé que el pequeño escalón de bajada los espantaría, pero al bajar
ellos seguían con su incesante remover piedras en busca de alimento. Me volví aproximar
y dándoles la espalda les imité, levanté pequeñas piedras imitándoles.
La cosa sin duda funcionó, sentado allí llegaron a un corto metro y
medio de mi permitiendo disparar 600 fotos. Fue curioso observar como
evitaban las leves olas o como cada cierto tiempo giraban ladeando la cabeza para
vigilar con un solo ojo el cielo en busca de algún posible peligro alado. Intercalaban
cortos espacios de tiempo para acicalar el plumaje o incluso para acostarse y
cerrar los ojos en un breve descanso pero el grueso de su actividad era la búsqueda de alimento. De mí no se preocuparon lo más mínimo ni
cuando me cansé, me levanté y me marché dándoles la espalda. No tuvieron ni que
levantar el vuelo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada