Raimundo, Isidro y yo llegamos a las 9 de la noche del jueves aeropuerto de Lanzarote. No nos conocíamos directamente aunque como este mundo de la ornitología no es muy grande habíamos cruzado algún correo, leído noticias en foros o conocíamos citas destacables que publicaban las páginas y blogs que todos frecuentamos. Unas pocas palabras en la cola antes de embarcar en Madrid fueron suficientes para obtener una síntonia total, como si nos conociéramos de siempre. El viaje empezaba de la mejor manera con nuevos amigos.
Corredor sahariano
12/09/2014.
Muy temprano acudimos al puerto de Órzola, allí esperamos a los responsables de esta experiencia con las aves marinas atlánticas llamada Lanzarote Pelagics, Juan Sagardía y Marcel Gil que regresaban de la última salida al banco de La Concepción. Ayudados por Javier de Extremadura que comandaba la salida del 10 y 11 nos unimos para descubrir los mejores lugares para observar las especialidades orníticas de Lanzarote de la mano de Juan.
BARRANCO DEL CHAFARÍS, TAYABESCO.
La primera parada la hicimos en el barranco del Chafarís, en Tayabesco. Es uno de los pocos puntos donde gota a gota y gracias a túneles de drenaje se obtiene agua que se almacenaba en una balsa, por tanto al encontrarnos en un entorno casi desértico, el disponer agua implica una mayor variedad de vegetación, más recursos alimenticios y más aves. Aquí intentamos sin suerte observar al escaso herrerillo canario oriental (Cyanistes teneriffae degener). El resto de especies tardaron un poco pero aparecieron todas, empezamos con la curruca tomillera (Sylvia conspicillata orbitalis), un bando de paloma bravía (Columba livia), varios canarios (Serinus canaria) y una preciosa mariposa monarca (Danaus plexippus) fueron nuestras primeras observaciones.
Cuando volvíamos a los coches empezó el movimiento primero con una pareja de cuervos (Corvus corax canariensis), ¡un sobresalto! y un aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) en paso migratorio acosado por una pareja de cernícalo canario (Falco tinnunculus dacotiae). Después apareció una de las estrellas orníticas que sobrevoló y se posó en lo alto del barranco, era un halcón tagarote (Falco pelegrinoides). El mismo Juan Sagardía publicaba en 2008 en http://halcontagarote.blogspot.com.es/ que la población en Lanzarote era de 26 parejas, en la isla mayor se reproducían 21 parejas que concentraban en el Parque Nacional de Timanfaya con 7-8 parejas y en los riscos de Famara con 8 parejas. En el archipiélago Chinijo se repartían en La Graciosa una 1 pareja, otra en Montaña Clara, dos en Alegranza y una más en el Roque del Este.
Después observamos varios ejemplares de halcón de eleonor (Falco eleonorae) que es habitual en esta zona ya que debe ser uno de los pocos puntos con posibilidades de beber y tiene muy cerca las colonias cría del islote Roque del Este donde se reprodujeron 40 parejas en 2011, y las del archipiélago Chinijo donde se estimaron entre 277 y 287 parejas reproductoras en 2012, Lanzarote y sus islotes son el único lugar en Canarias donde se reproduce esta especie. Para finalizar no olvidar otra subespecie más modesta el pardillo común canario (Carduelis cannabina harterti).
BARRANCO DE LA ESPOLETA, GUATIZA
Después nos llevaron al barranco de La Espoleta, que es una zona desértica donde un solitario corral de cabras aumenta los recursos y acoge una gran biodiversidad, vimos hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertaventurae), un grupo camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus amantum), terrera marismeña canaria (Calandrella rufescens polatzeki), bisbita caminero (Anthus berthelotii berthelotii), cernícalo canario (Falco tinnunculus dacotiae) y una esquiva lavandera cetrina (Motacilla citreola) al amparo de una charca mínima.
CAMPO DE GOLF, COSTA TEGUISE
Sin tiempo para asimilar todo lo visto nos desplazamos al campo de golf, allí al no haber caza y regar las calles es más fácil observar la perdiz moruna (alectoris barbara), observamos varios ejemplares que se mostraron tímidas, también encontramos un alcaraván canario (Burhinus oedicnemus insularum) muerto.
PLAYA BLANCA Y EL GOLFO
Unos kilómetros más y llegamos al otro extremo de la isla, a Playa Blanca, aquí el objetivo era el corredor sahariano (Cursorius cursor) pero se hizo de rogar y no logramos observarlos esa mañana. Eran cerca de las 14h y nos despedimos de los compañeros que habían vuelto del viaje al Banco de La Concepción. Rai, Isidro y yo fuimos a comer un cherne (Polyprion americanus) exquisito a la localidad de El Golfo, a orillas del mar, rodeados de gaviotas patiamarilla (Larus michaellis atlantis) que esperaban con tranquilidad los restos de la limpieza del pescado del restaurante.
Por la tarde volvimos a insistir con los corredores de Playa Blanca y tuvimos más suerte al observar a última hora del atardecer una hubara (Chlamydotis undulata fuertaventurae) y 4 corredor sahariano (Cursorius cursor) además de un alcaudón real canario (Lanius meridionalis koenigi).
Ya de noche cerrada volvimos a El Golfo para una experiencia sorprendente, caminamos por abrupto sendero abierto en la lava junto a un mar que golpeaba con fuerza a pocos metros, sentados podíamos adivinar las sombras de las pardelas cenicientas (Calonectris borealis) que venían de alta mar y entraban a cebar sus pollos. Al alejarnos de la orilla ya mitigado el ruido del oleaje se podían oír las cercanas “risas” de los pollos guiando a sus padres en la total oscuridad para que pudieran encontrarlos y poder recibir como premio una ansiada ceba. Aquí cría también alguna pardela chica (Puffinus assimilis) pero no tuvimos la suerte de oírlas. Nuestras mini-linternas de bolsillo no facilitaban el caminar entre la cortante lava petrificada y al día siguiente teníamos que madrugar.
Hubara canaria
13 y 14/09/2014.
BANCO DE LA CONCEPCIÓN
A las 8 embarcamos en Órzola, allí nos esperaban Juan y Marcel junto con el resto de afortunados pasajeros que compartirían nuestra aventura, los austriacos Rupert y Michel, así como Claudi Racionero de Barna. Ya en el puerto de Caleta del Sebo, en La Graciosa, nos unimos al capitán Jorge Toledo, entrañable patrón con el que ha sido todo un placer el recibir de su mano un bautizo de mar, un mar verdadero. Os lo aseguro porque no tiene nade que ver el navegar en los grandes ferrys, en barcos pequeños, o en catamarán en mi Mediterráneo natal, ni siquiera el vivir una galerna con olas de 8 metros con el Pride of Bilbao en el Cantabrico, ¡no tiene nada que ver con el navegar en un pequeño velero en la inmensidad del Atlántico!
Petrel de Bulwer
El velero de Jorge Toledo “Vientos del Sur’ nació en los astilleros holandeses Jongert en 1971 y aparentaba ser demasiado pequeño con sus 14 metros de eslora para la inmensidad del mar, pero a una velocidad constante de 5 nudos empezó a cabalgar unas olas “tranquilas” para estas latitudes pero que implicaban un continuo balanceo, a veces extremo, con oscilaciones acusadas de casi 45º. Por suerte no me mareo y no necesité tomar ninguna pastilla, pero no pude evitar estar toda la mañana sentado en un asiento de popa, agarrado fuertemente sin moverme. Cada vez que tenía que desplazarme torpemente dentro del barco era muy importante sujetar la cámara con el 400 mm y con la otra mano agarrarme a cualquier asidero del barco que me impidiera caer al mar.
A medio día antes de parar motores para lanzar el primer bloque de chum congelado ya habíamos observado petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii) que no se acercaba demasiado a la embarcación ni se mostró nunca interesado con el cebo y un par de grupos familiares de delfín mular (Tursiops truncatus). El primer “aperitivo” de chum no tuvo demasiado éxito pero al final aparecieron tímidamente los primeros paíño de Maderia (Oceanodroma castro), sin embargo el cebo parecía gustar más a un marrajo común (Isurus oxyrinchus).
Continúamos dirección al banco de La Concepción al que no llegaríamos hasta la mañana siguiente. La especie más abundante del viaje fue la pardela pardela cenicienta (Calonectris borealis) ayudó que en el cercano islote de La Alegranza está la segunda mayor colonia reproductora del mundo para esta especie, estimada en 8.000 parejas. En alta mar cuando no vagaban se asociaban a grupos de delfines que perseguían y acorralaban bancos de peces, ellas lo aprovechaban para alimentarse.
Durante toda la tarde y noche siguiente estuvimos rodeados de nutridos grupos de delfín moteado (Stenella frontalis) madres y crías nadaban pegadas, frecuentemente muy cerca del casco y por doquier nos sorprendían los saltos acrobáticos de los adultos. También pudimos ver en la distancia los resoplidos de un par de rorcual tropical (Balaenoptera edeni) y hasta un fugaz zifio de cuvier (Ziphius cavirostris). Como broche tuvimos una puesta de sol espectacular, con un mar más tranquilo que dio paso a una navegación pausada a vela, con cielo estrellado sin ninguna luz que lo amortiguara, como broche tuvimos toda la noche el acompañamiento de los resoplidos y chapoteos de los delfines que nos custodiaron pegados al barco, sin duda algo inolvidable.
Paiño de madeira
Paiño de madeira
Paiño de madeira
Por la mañana amanecimos en el Banco de La Concepción, es una meseta de origen volcánico que se eleva desde los 2.541 m hasta 150-200 m de profundidad. Está a unos 71 km al NE de Lanzarote, en las coordenadas 29º 55’ Latitud N y 12º 45’ Longitud W. Esta montaña provoca el afloramiento de nutrientes abisales y facilita abundantes recursos para peces y aves. Aquí mejoró la efectividad de chum, se concentraban buenos números de los más abundantes Paíño de Maderia (Oceanodroma castro), pero también había paíño común (Hydrobates pelagicus) y paíño de Wilsón (Oceanites oceanicus). Gracias a que teníamos las especies juntas pude aprender a diferenciarlas. El más grande el castro. Con patas largas, caminando sobre la superficie, más pequeño y con la zona anal blanca el oceanicus. El más pequeño de todos y con una estrecha franja blanca central en la parte inferior de las alas el pelagicus. No tuve suerte y no vi el único paíño de Leach (Oceanodroma leucoroa) que se observó en esta salida.
Paiño de Wilson
Paiño de Wilson
Pardela cenicienta
De entre una abrumadora mayoría de pardela cenicienta, destacaron por menos frecuentes más de 20 pardela pichoneta (Puffinus puffinus) y 4 pardela capirotada (Puffinus gravis). Solo vimos un único y lejano págalo rabero (Stercorarius longicaudus) debido a que todavía no había empezado el paso migratorio de los charranes a los que parasita, solo vimos un charrán común (Sterna Hirundo) y 2 charrán Ártico (Sterna paradisea).
Pardela capirotada
Pardela capirotada
Pardela pichoneta
Pardela pichoneta
Capítulo aparte merece el paíño pechialbo (Pelagodroma marina) disfrutamos a lo largo del día con 6 aves. Esta especie a primera vista destaca por la belleza de su plumaje e inmediatamente después sorprende su forma delicada de volar, como una bailarina que se desplaza con gráciles saltos sobre la superficie, sin duda otro de los momentos culmen del viaje.
Para finalizar con la salida marítima añadir otras especies de aves observadas; gaviota sombría (Larus fuscus), pardela cenicienta mediterránea (Colonectris diamodea), y un bando de más 100 aguja colipinta (Limosa lapponica). De entre los pescados como les llama Juan Sagardia vimos tiburón martillo (Phyrna mokarran) que degustó un bocado de chum y una tortuga boba (Caretta caretta).
15 y 16/09/2014
Hubara canaria
Dejamos en La Graciosa a Jorge tras un buen desayuno, de vuelta a Lanzarote Juan nos enseñó el hueco donde se reproduce el rabijunco etéreo (Phaeton aethereus) en Punta Fariones, muy cerca del puerto de Órzola. Allí nos despedimos de Juan, de Marcel y de los austriacos. Nos fuimos a llevar a Raimundo y a Claudi al aeropuerto e Isidro y yo repetimos con el barranco de la Espoleta, obtuvimos buenas fotos de hubara, de camachuelo y de terrera marismeña. Lo volvimos a intentar sin éxito con el corredor en Playa Quemada y en Playa Blanca.
Bisbita caminero
En el área de los camellos en Timanfaya también fallaron los habituales consumidores de excrementos de camello, un grupo de camachuelo trompetero. En Famara observamos corredor lejano y hubara, pero pudimos hacer buenas fotos desde el coche al bisbita caminero y al alcaraván. Comimos una excelente vieja (Sparisoma cretense) en el precioso pueblo de Teguise y después en el alto entre Los Valles y Haria pudimos volver a ver tagarote, eleonor, cuervo y cernícalo. Por la tarde despedí de Isidro en el aeropuerto y me fui a descansar y hacer una buena cena.
A la mañana siguiente conseguí alguna foto decente de corredor en Playa Blanca tras más de dos horas de aproximación bajo un sol de justicia y después alguna de gorrión moruno (Passer hispaniolensis) en el estanque del jardín del cactus en Guatiza.
Sin duda otro viaje inolvidable y muy recomendable, gracias a LANZAROTE PELAGICS y al capitán Jorge Toledo que además tiene otro barco hotel que seguro debe ser una experiencia muy sugerente. Gràcies Claudi.
En especial, gracias Rai e Isidro.
Sin duda otro viaje inolvidable y muy recomendable, gracias a LANZAROTE PELAGICS y al capitán Jorge Toledo que además tiene otro barco hotel que seguro debe ser una experiencia muy sugerente. Gràcies Claudi.
En especial, gracias Rai e Isidro.
Raimundo, Michel, Jorge, Marcel, Juan, Isidro, Rupert, Rafa y Claudi.
Corredor sahariano
Lanzarote Pelagics:
Vientos del Sur:
Lugares citados en Lanzarote.
Texto y fotos Rafa Muñoz, septiembre de 2014.
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