SORPRENDENTES AVES EN PORT SAPLAYA Y MELIANA.

7/01/2016

  
Alca común


Es habitual tener un inicio de año apretado en la observación de las aves, empezamos el año con el CAMILCV (Censo de Aves Marinas Invernantes en el Litoral de la Comunitat Valenciana) la semana que viene tendremos el Censos de Aves Acuáticas Invernantes en el Interior, el Censo de Aguilucho Lagunero en l’Albufera de València, los compañeros de Castelló participan en un Censo de Grulla Invernante, además estas fechas suelen deparar sorpresas orníticas por la presencia de aves pocos habituales que vienen huyendo de los fríos del norte. Con tanta actividad no puedo dedicar mucho tiempo a intentar informar en este BLOG que muy pronto cumplirá 10 años de vida por lo que paso a contaros en forma de diario mis últimas observaciones.


El jueves dispuse de unas horas entre las 11 y las 16 horas, estaba en Port Saplaya y solo tenía los prismáticos y de tiempo de espera que aproveché para pasear y pulsar las aves de este rincón tan antropizado.


En la playa encontré las habituales gaviotas que descansaban en la desembocadura del barranc del Carraixet, 68 gaviotas reidoras y 4 patiamarillas. Aprovechando la abundancia de insectos que permite la falta de frío había 16 avión roquero. En los espigones se soleaban 20 cormorán grande mientras los infatigables charrán patinegro patrullaban a poca altura y se lanzaban en picado en cuanto veían algún pececillo.


Entre el parking y la gran superficie había grupos de gorrión común que incluso han aprendido a entrar dentro del supermercado para colectar cualquier mínimo resto alimenticio que quede abandonado.


Alca común





Pasado Port Saplaya dirección norte entré en las playas sin urbanizar de Meliana donde enseguida pude aumentar el número de especies, en el mar una balsa de 10 pardela balear, posadas en actitud de reposo llamó mi atención. En las playas y acequias de la zona había lavandera blanca, colirrojo tizón, paloma bravía, un ejemplar del cada vez escaso chorlitejo patinegro y un andarríos chico.


Me adentré por uno de los espigones de piedras que se adentran perpendiculares a línea costera para intentar ver más de cerca una de las balsas de pardela balear y me sorprendió observar acompañándoles 3 alca. Esta ave marina similar a un pingüino en coloración y costumbres es un invernante escaso en nuestras costas del que en estos últimos años apenas se observaban unos pocos ejemplares en todo el litoral valenciano. Creemos que la baja productividad en las colonias de Irlanda y Gran Bretaña por la escasez de recursos alimenticios hacía que muy pocos ejemplares llegaran a pasar el invierno a nuestras costas.


Al estar juntas las tres alcas y las pardela balear pude comprobar cómo se asociaban para pescar. Las alcas bucean muy bien ayudadas por su constitución similar un torpedo que con el impulso de los poderosos batidos de sus cortas alas y con el timón de sus patas y cola persiguen con éxito pequeños bancos de pececillos, las pardelas posadas en el agua se zambullían para intentar atrapar los pececillos que huían de las alcas. De no estar estas las pardelas se tendrían de dejar caer en picado desde el aire para aprovechar el impulso y poder tener la oportunidad de capturar algún ágil pez. Pero además se sumaban 2 charrán patinegro que también aprovechaban la confusión para picar desde el aire y obtener su parte del cardumen.


Abandoné el espigón no sin antes observar un págalo grande volar en la distancia y una elegante gaviota de audouín patrullando la playa en busca de algo que comer, regresé por la huerta y enseguida llamó mi atención que en las acequias había una gran abundancia de mosquitero común, en un trecho de 100 metros que tenía agua y cañaveral pude contar 24 ejemplares dedicados a capturar insectos.

Charrán patinegro


En las huertas otras especies se alimentaban y buscaban refugio del poniente que empezaba a ganar fuerza, 3 urracas que ya se han colonizado toda la franja costera de la que faltaban en los años 80 y 90, garceta común, garcilla bueyera, nutridos bandos de estornino negro, una agachadiza común, mirlo común, un bando de 16 bisbita pratense y un escribano palustre. Lo más sorprendente de este tramo fue el observar 2 vencejo común volando junto a varios avión  roquero. Los vencejos son una muestra más del cambio climático, estas aves desaparecían en otoño para volver en primavera ya que en invierno no tenían suficientes insectos alados con los que alimentarse en vuelo, ahora ya pueden hacerlo y pronto más congéneres comprobarán que les es más rentable quedarse todo el año que emprender un largo y peligroso viaje al sur africano.


Ya de vuelta en las huertas de Alboraia observé 4 cotorra gris y en el barranc del Carraixet 51 fochas, 2 zampullín común, 26 gallinetas y una críptica garcilla cangrejera que removía suavemente un pie sobre la vegetación flotante, permaneciendo el resto inmóvil y cuando un pececillo o alguna ranita se asomaban lanzaba su cuello como un dardo y atrapaba al curioso, todo a escasos 4 metros del banco donde yo la observaba. Para acabar pude observar por primera vez para mi en esta zona otra especie introducida y en clara expansión el pico de coral común, 2 ejemplares.  

Garcilla cangrejera


Una buena jornada que me sirve para aconsejar a los amantes de observar la naturaleza que cualquier lugar por poco atractivo o salvaje que parezca puede deparar muy buenas observaciones, solo hay que salir con unos prismáticos y con paciencia. 

Pico de coral común.



Texto y fotos de Rafa Muñoz 2016.