Ibis eremita, Vejer de la Frontera, abril 2024, Arxiu RMiB |
3 de abril de 2024
Esa mañana nos acercamos al Tajo de la Barca de Vejer, en el municipio de Vejer de la Frontera, queríamos observar por primera vez un ibis eremita (Geronticus eremita). Era un ave que me dio esquinazo en 2023 a pesar del madrugón, habían llegado volando 35 ejemplares que realizaban una migración asistida dirección Cádiz. Los jóvenes inexpertos los guiaban dos ultraligeros biplaza en los que viajaban las cuidadoras de unas aves nacidas en cautividad. Se reintrodujeron en Centroeuropa, donde se extinguieron en el siglo XVII, gracias al proyecto LIFE Northern Bald Ibis que describiré más adelante.
Colonia de cría en la Barca de Vejer |
¿Dónde ver ibis eremita?
Pese a ser un ave tan amenazada es de lo más sencillo observarla y fotografiarla en España, en época de reproducción. La principal colonia de cría está situada junto a la A-314, una transitada carretera. Para ver estas aves espectaculares hay que llegar a la aldea de la Barca de Vejer, se puede aparcar perfectamente en una explanada que hay frente al Restaurante Venta Pinto. A unos 100 metros andando, siguiendo la carretera dirección norte, se llega a un observatorio de madera con unos paneles explicativos. Curiosamente los ibis crían a espaldas de la tronera del observatorio, justo nada más cruzar la carretera.
Ibis eremita, Vejer de la Frontera, abril 2024, Arxiu RMiB |
Un ave singular
El ibis eremita es un ave grande que en vuelo llega los 1,3 m de
envergadura, es similar a nuestro morito común (Plegadis falcinellus). El ibis
tiene un plumaje negro que según la luz que reciba emite reflejos metálicos
verdes y púrpuras. Los adultos tienen la cabeza desnuda de plumas y en ella
destaca su piel de un rojo vivo a juego con el color de su largo y curvado
pico. Los ejemplares reproductores presentan unas llamativas plumas colgantes
en la nuca y cuello. Los individuos gaditanos y marroquís son sedentarios, pero
los animales centroeuropeos debieron migrar en invierno a latitudes más
cálidas.
Thoth, deidad egipcia con forma de Ibis Eremita |
Distribución histórica
Los antiguos egipcios consideraban al ibis eremita como uno de sus animales
más sagrados, incluso los embalsamaban, la consideraban una especie benefactora
porque devoraba serpientes venenosas. Utilizaron su imagen para representar la encarnación del dios
Thoth, la deidad de la escritura, la magia, la sabiduría y la luna.
El ibis debió ocupar toda la cuenca mediterránea, llegando hasta
Centroeuropa. El naturalista inglés Eleazar Albin (1690-1742) en el siglo XVI describió
e ilustró claramente al ibis, lo llamó el cuervo de bosque suizo. Indicó que
anidaba en ruinas de torres y describió su alimentación y el proceso de crianza.
Curiosamente añadió que sus pollos eran un manjar exquisito, detallando que los
lugareños retiraban todos los pollos del nido excepto uno, para que los adultos
no lo aborreciesen y regresaran a criar la siguiente temporada, también
detalló que era costumbre mantener aves en cautividad.
El ibis también estuvo presente en gran parte de España posiblemente hasta
el siglo XVI, según textos de la época (Sánchez, 2007). Sus poblaciones
menguaron y se cree que se extinguió definitivamente a principios del siglo XX
(HERNÁNDEZ & TYRBERG 1999). Aun así hay registros de la especie en tiempos
recientes, en Doñana se cazó una hembra en 1958 (De Juana, 2001). En
Pierdahíta, La Aldehuela, entre diciembre de 2004 y marzo de 2005 se observó un
ejemplar y ese mismo año 2005 se encontró otro ejemplar en Trujillo, Cáceres. Por
la coincidencia de fechas se supone que debió tratarse del mismo individuo (De
Juana, 2004). En Toledo se observó otro ibis (www.rarebirdspain.net), lo más
probable es que ambas aves procedieran de las colonias marroquís.
En 1990 la población total mundial se estimaba en 250 ejemplares y 50 parejas reproductoras, por tanto se catalogó en peligro crítico de extinción. En el siglo XXI la única población salvaje y autosuficiente que queda es la de Agadir, Marruecos, se estima que su número ronda los 700 individuos, la gran mayoría viven en el entorno del parque nacional de Souss-Massa, donde tienen tres colonias reproductoras y otra más en el cercano monte Oued Tamri. También queda otro pequeño grupo aislado en Siria. Había otro núcleo de población en la pequeña localidad de Bireci (Turquía), pero se extinguió en 1992.
En el mundo se mantiene una población en cautividad que está repartida de
la siguiente forma; hay 850 ibis en Europa, 250 en Japón y 64 en Norteamérica.
En España la producción de la cría en cautividad ha crecido paulatinamente pero
a ritmo lento, pasó de una producción de 20 pollos en 2008, a 77 diez años
después y 129 en 2021. La reproducción de aves en cautividad está nutriendo de ejemplares jóvenes que usan en los programas de reintroducción.
Ibis eremita, Vejer de la Frontera, abril 2024, Arxiu RMiB |
Alimentación
Su dieta se basa en el consumo de insectos y otros invertebrados, ocasionalmente
pueden atrapar reptiles, anfibios, peces e incluso pequeños mamíferos.
Hábitat
Buscan alimento en zonas de cultivos y pastizales, tienen preferencia por las
zonas con presencia de ganado bovino y también frecuentan campos de golf. En
España, una vez finalizada la temporada de cría las aves gaditanas se dispersan
en grupos pequeños, se reparten por las campiñas de Vejer, Medina-Sidonia, el
litoral de Barbate, frecuentan el campo de golf de Chiclana y la antigua laguna
de La Janda.
Ibis eremita, Vejer de la Frontera, abril 2024, Arxiu RMiB |
Reproducción
En mes de marzo los ibis se dirigen a sus colonias de cría situadas en
cantiles y en ruinas de construcciones humanas. Aprovechan las repisas para hacer
el nido que es un cúmulo de ramas, el fondo lo tapizan con paja, lana, trapos y
desperdicios. No les importa hacer los nidos muy juntos y aprovechan la
ausencia de los vecinos para robarles algunas ramas. Realizan una puesta de
entre dos y cuatro huevos, incuban ambos progenitores entre 24 y 28 días y
ambos ceban los pollos. Estos inician sus primeros vuelos entre el día 43 y 47.
Una vez abandonan el nido siguen ligados a sus padres hasta la siguiente época
de cría. En Marruecos nidifican en acantilados costeros.
Ibis eremita, Vejer de la Frontera, abril 2024, Arxiu RMiB |
Problemática
Esta especie se reproducía en las proximidades de los asentamientos humanos
lo que facilitó su caza intensiva, además los pollos eran considerados un
manjar exquisito. Se cree que la serie de años fríos conocida como la pequeña
glaciación provocó la pérdida de las poblaciones del centro y norte de Europa.
En la actualidad se ha comprobado que las aves jóvenes tienen una alta tasa de
mortalidad del 60%, similar a la de especies cercanas como la cigüeña blanca.
El problema de la caza, hoy en día sigue siendo una de las principales
causas de mortalidad de estas aves. Prueba de ello lo tenemos en 2023, unos
cazadores dispararon un ibis eremita llamado Knubbel, está fue una de las tres
aves que llegaron desde el sur de Alemania siguiendo dos ultraligeros que se
perdieron. El infausto jovenzuelo decidió acercarse a Aragón para alimentarse y
allí lo mataron unos cazadores, algo incomprensible porque este animal no se
parece a nada conocido ni a ninguna especie cinegética. Además llevaba un
transmisor satélite y visibles anillas de PVC de colores, aun así los
escopeteros debieron confundirlo con OVNI agresivo y lo mataron a perdigonadas.
¡Los cazadores, según ellos mismos aseguran: “son los grandes aliados de la conservación de las especies”!
Proyecto Eremita
Para revertir la situación crítica de las poblaciones de ibis, en 2004 se
lanzó el programa Proyecto Eremita que pretendía repoblar la comarca gaditana
de la Janda. Está liderado por el Zoobotánico de Jerez y la Consejería de Medio
Ambiente de la Junta de Andalucía, cuenta con el apoyo científico de la
Estación Biológica de Doñana, perteneciente al CSIC.
La metodología que han empleado es la cría a mano de pollos nacidos en
cautividad, los cuidadores van “disfrazados” de ibis. Una vez crecidos los
pollos los situaron en un aviario construido en la Sierra del Retín, en
Barbate, para aclimatarlos y posteriormente se liberan en el medio.
La primera pareja se reprodujo en 2008 en el Tajo de Barbate, dentro de la
zona entrenamiento de la Armada Española en la Sierra de El Retín (Barbate), a
5 km del aviario donde se aclimataban los animales, allí continuó criando esa misma
pareja hasta 2011. Ese mismo año se instaló una colonia de cría en Tajo de la
Barca de Vejer, en Vejer de la Frontera, a 15 km de distancia del primer nido.
Aunque el lugar está junto a una carretera transitada y cerca de una zona de
restauración se cree que lo han elegido porque ese ajetreo aleja a posibles
predadores como son las grandes gaviotas, halcones, búhos y culebras.
En 2013 una parte de los ibis liberados formó una nueva colonia de cría en
el Tajo de la Mora, a 500 metros de la colonia de Vejer de la Frontera. En 2014
la colonia del Tajo de la Barca alcanzó su máximo histórico con 24 parejas y
otras dos parejas se establecieron a 23 km del aviario, en la torre Almenara
que se encuentra en playa de Castilnovo, Conil de la Frontera, que sacaron
adelante dos pollos cada una, ese año prosperó un total de 24 pollos.
En 2015 criaron 17 parejas y volaron 26 pollos. En 2016 criaron once
parejas en el Tajo la Barca, tres en el Tajo de Mora y una más en la Torre de
Castilnovo, en total sacaron adelante 24 pollos, ese año había un total de 90
ibis en libertada en Cádiz. En 2018 subieron a 23 parejas reproductoras. En
2020 la población gaditana rondaba los cien ejemplares.
Los responsables del proyecto esperan que la población llegue a las 150
aves en libertad y que haya un mínimo de 35 parejas reproductoras para
considerar que la especie ha alcanzado una población mínima viable. Para ello
siguen reforzando su población todos los años liberando entre 15 y 20 ejemplares
nacidos en cautividad.
Waldrappteam, el proyecto
eremita alemán
El proyecto “LIFE Northern Bald Ibis” de reintroducción y monitoreo
posterior de la odisea migratoria lo encabeza la organización Waldrappteam.
Llevan realizadas cinco migraciones, en un principio se dirigían todas a la
Toscana italiana pero en 2023 los alemanes decidieron evitar el cruce de los
Alpes por la dificultad que suponía para unas aves inexpertas, prefirieron ir a Cádiz para mezclarse con las aves
españolas, también reintroducidas.
El viaje desde comenzó el 21 de agosto en Binningen Alemania y finalizó el
3 de octubre en Jerez de la Frontera, después de volar más de 2.300 km a una
velocidad media de 40 km/hora. El viaje fue muy complejo, un día se perdieron
17 ibis lo que obligó a parar e ir a buscarlos, la última jornada trasladaron
las aves en coche porque los fuertes vientos del estrecho les impedían llegar a
su destino. Finalmente completaron el viaje 32 aves de las 35 que partieron, 3
se perdieron, una de ellas en València. Una de las etapas hicieron noche en
Olocau (València), yo llegué a las 8 en punto de la mañana para intentar verlos
pero madrugaron y ya se habían marchado.
Después de descansar y recuperar fuerzas dentro de los jaulones, el 8 de
diciembre de 2023 abrieron las puertas del aviario de los ibis alemanes para
que interactuaran con las aves gaditanas.
Ese mismo año los otros dos núcleos de ibis centroeuropeos siguieron
migrando a la Toscana. El grupo que partió de Locarno (Suiza) perdió al ibis Knubbel
el 18 de diciembre, poco antes de llegar a su destino. El pájaro tenía un transmisor
satélite y se comprobó cómo se internaba en el Mediterráneo, llegó hasta
Córcega y continuó volando dirección Menorca. Se le hizo de noche lo que hizo
pensar lo peor porque los ibis no vuelan de noche, pero este ibis poco antes de
llegar a Menorca, giró hasta el continente y llegó a una plataforma petrolífera
cercana a la costa donde paró a descansar. Realizó una travesía de 760 por
encima del mar. Sin dudar son unas aves apasionantes que merecen nuestros
esfuerzos para evitar su extinción.
Ibis eremita, Vejer de la Frontera, abril 2024, Arxiu RMiB |
Fuentes y referencias
Ibis eremita:
https://seo.org/ave/ibis-eremita/
QUEVEDO, M. A., SÁNCHEZ, I., AGUILAR, J. M., CUADRADO, M., LÓPEZ, J. M.,
LOPEZ, J. (2003). “A study of different releasing techniques for a captive
population of Northern Bald Ibis (Geronticus eremita) in the region of La Janda
(Cádiz, southern Spain)”. Northern Bald Ibis, Conservation and Reintroduction
Workshop. Pag-74.
SÁNCHEZ, I. (2007). “Evidence of the historic presence of the Northern Bald
Ibis (Geronticus eremita) in Spain”. En, C. BOEHM, C. G. R. BOWDEN, M. JORDAN,
Y KING, C. (Eds). “Northern Bald Ibis Conservation and Reintroduction
workshop”. Pp. 105-110. 2nd IAGNBI Meeting, Vejer, Spain, September 2006, RSPB.
Sandy.
Cuaderno de aves exóticas GAE-SEO/BirdLife:
https://grupodeavesexoticas.blogspot.com/search/label/Geronticus%20eremita
Migración del ibis eremita:
https://www.lavanguardia.com/vida/20230928/9259179/fascinante-migracion-ibis-eremitas-madres-humanas.html
Ibis histórico:
https://www.univision.com/explora/ibis-eremita-el-ave-sagrada-del-antiguo-egipto
https://ibiseremita.blogspot.com/2011/07/los-ultimos-ibis-de-europa-central.html
DE JUANA, E. (2006) “Observaciones de aves raras en España, 2004”.
Ardeola 53(1), 2006, pp. 163-190.
https://www.ardeola.org/uploads/articles/docs/1273.pdf
DE JUANA, E. (2001) “Observaciones de aves raras en España, 2001”. Ardeola,
50(1): 2003: pp: 123-149.
Northern Bald Ibis:
https://www.foerderverein-waldrapp.at/en/sponsorships/
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