AVES Y PECES EN CABO DE GATA, JULIO 2020

Cabo de Gata



Este atípico año de pandemia solo pude conseguir unos escasos cinco días para escaparme acompañado de mi familia a descubrir el Cabo de Gata a finales del mes julio. Como en todo viaje familiar a la costa hay que compatibilizar playa, gastronomía y visitas culturales por lo que el pajareo quedó relegado a las primeras horas matinales a las que pude sumar alguna hora de buceo en las playas. Está crónica hará un breve resumen de los mejores lugares que visité y de las especies que encontré en esta época que no es buena para disfrutar de la biodiversidad terrestre pero si de la marina.

Alcaraván común (Burhinus oedicnemus)


Cortijo del Fraile, Los Albaricoques, Níjar

Este lugar está alejado de las rutas habituales, aúna la historia con una naturaleza bien conservada en un lugar muy tranquilo. Desde la localidad de Los Albaricoques sale dirección norte una buena pista que atraviesa fincas agrícolas y zonas esteparias hasta llegar a las ruinas de un gran caserío, el Cortijo del Fraile. Fue construido por los dominicos en el siglo XVIII y es famoso porque aquí se produjo el truculento asesinato de Paca la Coja, un suceso negro de la España rural conocido como el Crimen de Níjar. Este drama de celos y sangre inspiró a Federico García Lorca para crear “Bodas de Sangre” en 1931. La belleza de estas tierras resecas salpicadas de minas abandonadas también ayudó a que aquí se rodaran escenas de la mítica película “El Bueno, El Feo y El Malo” del director Sergio Leone.

Cortijo del Fraile


Con estos interesantes antecedentes, una vez descubierta la belleza del lugar dediqué las tres primeras horas de dos mañanas distintas para recorrer estos campos donde pude observar Abubilla (Upupa epops), Alcaraván común (Burhinus oedicnemus), Ánade azulón (Anas platyrhynchos), Alcaudón meridional (Lanius meridionalis meridionalis), Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus), Cistícola buitrón (Cisticola juncidis), Cogujada montesina (Galerida theklae), Collalba rubia (Oenanthe hispanica), Conejo (Oryctolagus cuniculus), Cuervo grande (Corvus corax), Culebrera europea (Circaetus gallicus), Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala), Estornino negro (Sturnus unicolor), Ganga ortega (Pterocles orientalis), Golondrina común (Hirundo rustica), Golondrina daúrica  (Cecropis daurica), Lavandera blanca (Motacilla alba), Gorrión común (Passer domesticus balearoibericus), Gorrión moruno (Passer hispaniolensis hispaniolensis), Mochuelo europeo (Athene noctua), Paloma bravía doméstica (Columba livia domestica), Perdiz roja (Alectoris rufa), Tórtola turca (Streptopelia decaocto) y Zorro (Vulpes vulpes).

Montañas de Níjar


Costas de Níjar y Carboneras

Durante los últimos días de julio el viento dominante venía del este y era suave lo que permitía el baño en estas aguas abiertas. Visitamos las limpias y hermosas playas de Los Escullos, las playas de Monsul y los Genoveses al sur de San José, la Playa del Corral en Carboneras así como los acantilados de la Torre de la Vela Blanca, cercanos al faro de Gata.

Collalba negra (Oenanthe leucura)


Aquí las aves marinas son las más fáciles de observar, vimos Gaviota de audouin (Ichthyaetus audouinii) y Gaviota patiamarilla (Larus michahellis) pero estos abruptos y resecos peñascos escondían además Cogujada montesina (Galerida theklae), Collalba negra (Oenanthe leucura), Lagartija colirroja (Acanthodactylus erythurus), un Milano real (Milvus milvus) que supongo en paso migratorio, Perdiz roja (Alectoris rufa), Vencejo pálido (Apus pallidus) y Vencejo real (Tachymarptis melba).

Playa de Monsul


Solo unas pocas horas de buceo muy cerca de la costa y a poca profundidad fueron suficientes para observar una buena muestra de la enorme riqueza que esconden estas aguas. Encontré Morena (Mureana helena), Bígaro (Nassarius mutabilis), Cabrilla serrana (Serranus cabrilla), Castañuela (Chromis chromis), Doncella (Coris julis), Erizo de mar (Paracentropus lividus), Erizo regular (Arbacia lixula), Esparrallón (Diplodus annularis), Espetón (Sphyraena sphyraena), Lubina (Dicentrarchus labrax), Mero (Epinephelus guaza), Morraja (Diplodus vulgaris), Mújol (Mugil cephalus), Oblada (Oblada melanura), Sargo (Diplodus sargus), Sargo barreado (Diplodus cervinus), Sarpa (Sarpa salpa) y Serrano (Serranus scriba).

Bígaros (Nassarius mutabilis)


Culebrera europea (Circaetus gallicus)


Las Amoladeras, Almería

Este paraje tiene un centro de interpretación pero a las horas que yo llegué estaba cerrado por lo que opté por recorrer la pista que lleva hasta la baliza del aeropuerto de Almería. Lo primero que llama la atención de este singular paraje son los tonos marrones y rojizos de los espartos que contrastan con el verde de los pies de Agave fourcroydes y Agave sisalana. Estas piteras son originarias de Centroamérica y se plantaron aquí en los años 50 del s. XX para intentar aprovechar industrialmente sus fibras pero su lento crecimiento hizo inviable su explotación económica. Quedaron como un recuerdo del caótico desarrollismo franquista. Estas plantas demostraron su potencial invasor en hábitats semideserticos y medraron en detrimento de otras especies autóctonas. Hoy en día gracias al atractivo paisajístico de sus inflorescencias estas agaves son más valoradas por la población local y por los turistas que la propia vegetación autóctona, el desconocimiento generalizado lleva a la creencia que estos agaves son plantas nativas y típicas de Almería.

Agaves en las Amoladeras


Mientras la población desconoce que las verdaderas joyas vegetales son los artales estos se hacen cada vez más escasos por la proliferación de invernaderos e infraestructuras turísticas que ocupan terrenos y esquilman los acuíferos. La Directiva de la Unión Europea sobre la Conservación de los Hábitats Naturales y de Fauna y Flora Silvestres (92/43/CEE), considera a las artineras como un “ecosistemas de interés comunitario, para cuya conservación es preciso designar zonas especiales de protección”. Los artales dependen del acceso de sus raíces a las aguas subterráneas para su pervivencia, entre sus especies más características aquí encontramos al Azufaifo (Ziziphus lotus). Este arbusto tiene raíces que pueden llegar a los 60 metros de profundidad y que llegan a crecer horizontalmente hasta 15 metros, este vasto sistema de radical les permite aprovechar al máximo la escasa humedad. Las raíces frenan la pérdida de suelo y fijan gran cantidad dióxido de carbono, en su ramaje se refugian y alimentan muchas aves e insectos. En las zonas arenosas este arbusto con sus macollas retiene grandes acúmulos de arena y materia orgánica bajo su dosel que fertilizan el terreno, estos arbustos crecen agrupados en torno a los cauces secos en las ramblas.

Agaves en la Amoladeras


Otro vegetal singular es el Arto (Maytenus senegalensis subsp.europaea), también llamado arto negro o espino cambrón. Es otro arbusto longevo de gran tamaño que pierde las hojas en invierno, su máxima actividad fotosintética y reproductiva coincide con el inicio del verano. Está incluido en el Libro Rojo de la Flora Andaluza considerada como “Vulnerable” por el Decreto 23/2012. También hay cepellones espesos de Cornicabra (Periploca angustifolia) que en Almería se utilizaban como infusión cicatrizante con tallos y hojas que se usaban para lavar heridas. Este arbusto perenne no soporta los 0 grados de temperatura, cuando se alcanzan la planta pierde totalmente sus hojas. Entre otras plantas aquí podemos encontrar palmitos, acebuches, espartos y lentiscos.

Mochuelo europeo (Athene noctua)


En pleno estiaje y antes de la llegada de los migrantes o invernantes este es un lugar difícil para las aves por lo que solo pude encontrar Cogujada montesina (Galerida theklae), Conejo (Oryctolagus cuniculus), Culebrera europea (Circaetus gallicus) y Vencejo común (Apus apus).

Rambla Morales


Rambla Morales, Almería

Este barranco es la mayor de todas las ramblas del levante almeriense, recoge la escorrentía de la Sierra Alhamilla y desemboca en al oeste de la pedanía de Almería que es Cabo de Gata donde se forma una pequeña albufera rodeada por un cinturón de tarays. Esta laguna de apenas cuatro hectáreas de extensión tiene agua todo el año gracias a los aportes de las escasas lluvias y a las aguas sobrantes de la única desaladora privada española que está construida en sus orillas, curioso recuerdo del desarrollismo turístico. También se conoce a la rambla como “el Charco” o el "Charco Rambla Morales", pasado el cinturón de cañas y tarajes que rodea la zona encharcada hay una extensa zona dunar que fijan plantas como las salicornias (Salicornia ramosissima) o el Tomillo sapero (Frankenia corymbosa).

Martinete común (Nycticorax nycticorax)


La mañana que recorrí este paraje encontré: Alcaraván común (Burhinus oedicnemus), Ánade azulón (Anas platyrhynchos), Cogujada montesina (Galerida theklae), Conejo (Oryctolagus cuniculus), Focha común (Fulica atra), Gallineta común (Gallinula chloropus), Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus), Golondrina común (Hirundo rustica), Jilguero europeo (Carduelis carduelis), Martinete común (Nycticorax nycticorax) y Vencejo común (Apus apus).

Salinas de Cabo de Gata y flamencos


Salinas y Cabo de Gata

A un valenciano acostumbrado a l’Albufera de València o la Marjal dels Moros no le sorprende la variedad de la biodiversidad que esconden las Salinas del Cabo de Gata, con solo dos breves vistazos desde los tres observatorios al sur de las salinas, situados junto a la comarcal AL-3115 pude observar: Archibebe común (Tringa totanus), Avoceta común (Recurvirostra avosetta), Charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis), Charrancito común (Sternula albifrons), Cigüeñuela común (Himantopus himantopus), Flamenco común(Phoenicopterus roseus), Gaviota patiamarilla (Larus michahellis), Zarapito trinador (Numenius phaeopus), Alcaudón meridional (Lanius meridionalis meridionalis), Ánade azulón (Anas platyrhynchos), Archibebe común (Tringa totanus), Cistícola buitrón (Cisticola juncidis), Garceta común (Egretta garzetta) y Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus). Más interesante por menos frecuente a mis ojos resultó descubrir los acantilados, calas y fondos que rodean el Cabo de Gata aunque no tuve tiempo de bucear en ellos por lo que prometo volver.

Zarapito trinador (Numenius phaeopus)


Alcazaba de Almería

La última tarde la dedicamos a visitar la ciudad de Almería y os puedo asegurar que sería imperdonable omitirla de la agenda de cualquier viaje, primero por su gastronomía, segundo por la  belleza de su Alcazaba construida en el siglo X por el califa Abderramán III  que es la segunda fortaleza árabe más extensa de la Península Ibérica. Como muestra de su singularidad señalar que en sus estancias y jardines se han rodado películas como Cleopatra (1963), Patton (19700, Marco Antonio y Cleopatra (1972), El viento y el león (1975), Mega Mindy en het warte kristal (2010), Resucitado (2016), Juego de tronos, sexta temporada (2016), The Bab, documental (2017) y Wonder Woman 1984 (2020).

Finca Experimental «La Hoya»


Pero hay otra razón de peso para un naturalista para visitarla, pero conviene recordar subir los prismáticos a la Alcazaba. La fortaleza está construida sobre un cerro que se prolonga hasta otro situado al norte, en medio queda protegido por las murallas un estrecho vallejo donde se encuentra la Finca Experimental «La Hoya». Fundada en 1971 por Antonio Cano Gea y José Antonio Valverde Gómez. Se creó para proteger la fauna africana y allí se llevaron las gacelas que se mantenían en cautividad en el antiguo Sahara Español evacuadas antes de la llegada de la Marcha Verde en 1975.



Aquí se crían y después se liberan gacelas en los mejores parques naturales norteafricanos de Senegal, Marruecos o Túnez. Hay recintos que se ven desde las murallas de la Alcazaba con Gacela dorcas sahariana (Gazella dorcas neglecta), la Gacela dama (Nanger dama) que actualmente es la más amenazada ya que extinguió en libertad en 1968, la Gacela de Cuvier (Gazella cuvieri) o el Arrui sahariano (Ammotragus lervia).

Ganga ortega (Pterocles orientalis)




Texto y fotos de Rafa Muñoz 2020.