VIAJE A LA MONTAÑA ASTUR-LEONESA, OSOS, LOBOS Y UROGALLOS

Urogallo (Tetrao urogallus)



En la crónica anterior narraba una salida para ver aves y mamíferos marinos en el Finisterre gallego que dista más de 1.000 kilómetros de València, para optimizar el viaje decidimos ampliarlo y aprovechar el desplazamiento para intentar ver oso en la Cordillera Cantábrica. La salida en barco estaba prevista para el día 26 de agosto por lo que hablé con mis amigos Aurelio Sanz y Gerardo Aísa para organizar una escapada que aunara naturaleza, historia y gastronomía, tres disciplinas por las que sentimos pasión, el viaje duró del 24 al 30 de agosto de 2020.

Santa María la Real de Aranda de Duero


24 de Agosto

Salimos de València con el objetivo de hacer noche en Palencia, a medio camino de Galicia. Paramos a almorzar en Aranda de Duero y hacer una rápida visita a bonita iglesia de Santa María la Real construida entre el siglo XV y el siglo XVI y su espectacular fachada de estilo gótico isabelino. Unos kilómetros más y llegamos a Palencia donde teníamos dos objetivos, visitar la Catedral Gótica de San Antolín de Palencia y sobre todo conocer la cripta que perteneció a un edificio visigodo de mediados del siglo VII, en tiempos del rey Wamba. Rematamos la jornada comiendo un sabroso lechazo en el Restaurante Asador La Encina aunque me pareció algo caro.

Cripta de la Catedral Gótica de San Antolín de Palencia


25 de Agosto


San Juan de Baños.


La mañana siguiente tras el desayuno nos acercamos Baños de Cerrato para conocer otra basílica visigótica, San Juan de Baños. Este sobrio templo es uno de los más antiguos de España, lo mandó construir el rey Recesvinto en el año 661. Me encantó la ventana de celosía en piedra que hay en el ábside y los círculos secantes labrados en los capiteles, sin duda estética típica de los visigodos.



Además de cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) pudimos observar Abubilla (Upupa epops), Estornino negro (Sturnus unicolor), Gorrión común (Passer domesticus balearoibericus) y Tórtola turca (Streptopelia decaocto).

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)


Seguimos ruta toda la mañana para llegar a Ourense con el tiempo suficiente para estirar las piernas recorriendo el centro de la ciudad, alrededor de la catedral del siglo XII y su Pórtico del Paraíso,  además aprovechamos para comer unos estupendos platos de pulpo a feira, unas xoubas (sardinas) y zamburiñas en A Casa Do Pulpo. Después de comer seguimos viaje hasta Muxía, llegamos cuando ya estaba avanzada la tarde pero aún tuvimos tiempo de visitar el Santurario de Muxia y las piedras erosionadas lo rodean, estos bolos son protagonistas de innumerables supersticiones populares. Acabamos la jornada cenando en el bar restaurante A Marina un espectacular plato de percebes, raxo que es lomo de cerdo fresco frito con guarnición y la guinda la puso un buen vaso de orujo blanco.

Catedral de Ourense


26 de Agosto


Santurario de Muxía 


Esa mañana nos embarcamos para ver aves y mamíferos marinos, el lector puede ver la crónica en este enlace: 


Por la tarde salimos dirección Lugo donde visitamos las murallas romanas y la catedral románica de Santa María de Lugo que se terminó el año 1273. Pusimos broche a la jornada cenando de tapeo por la zona de Praza do Campo y hablando de osos y urogallos con el gran Daniel Pérez.

Muralla romana de Lugo


27 de Agosto

De nuevo subimos al coche para llegar a la capital de la Laciana leonesa, Villablino, que sería nuestra base hasta el día 30. Después de comer una espectacular parrillada el Bar-Restaurante El Ferial nos dirigimos a explorar el valle de Valdeprado, que pertenece al municipio de Palacios del Sil, en la comarca de Rivas del Sil. Esta zona es conocida en lengua leonesa como el “Concechu Palaciegu”, que lo forman una docena de pueblos: Villarino, Tejedo, Cuevas, Mataotero, Matalavilla, Valseco, Salientes, Salientinos, Valdeprado y Palacios del Sil. Estos valles han estado históricamente rodeados por dos potentes centros comarcales como son El Bierzo y La Laciana que han restado protagonismo a estos remotos valles donde solo viven 1.400 vecinos. Su mayor patrimonio es mantener vivo el País Patsuezu y su lengua leonesa que es una variante occidental de la lengua asturllionesa además de una naturaleza desbordante que ha sufrido grandes heridas producidas por las minas a cielo abierto. 


Bosques de Valdeprado


A Valdeprado se llega desde un desvío de la CL-631 frente a Páramo de Sil. Los primeros kilómetros destacan las grandes cicatrices de las minas y la proliferación de tendidos eléctricos que evacuan la Central Térmica de Anllares. Solo hace falta seguir unos metros esta carretera construida por la mina de Cerredo en Degaña para bajar mineral a la térmica para dejar atrás estas agresiones al paisaje y entrar en un valle recóndito con una vegetación exuberante que tapiza las laderas. Solo rompe el manto verde del valle, el río Ceronciecho y alguna braña,  en la cabecera del valle vuelven a abrirse las cicatrices de más minas a cielo abierto. 

Las Brañas son los pastizales de montaña que en verano ocupa el ganado trashumante procedente de Extremadura, principalmente ovejas y ganado vacuno de los Vaqueiros de Alzada asturianos que subían a las brañas en mayo y a finales de septiembre volvían a bajar a sus pueblos de origen, en las zonas bajas de Asturias.


Urogallo (Tetrao urogallus)


Aquí crece una abigarrada vegetación; abedules, serbales, piornos, robles (Quercus robur, Quercus pétrea y  Quercus faginea), acebos, tejos, majuelos, saúcos y algún madroño mientras que en las solanas domina el matorral compuesto por brezo (Erica scoparia), tojo (Ulex europaeus) y retama negra (Cytisus scoparius). Muestra de la riqueza de este valle es que aquí se esconde uno de los mejores cantaderos de Urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) de la cornisa cantábrica además de un par de hembras con cachorros de Oso pardo europeo (Ursus arctos arctos) y el lobo ibérico (Canis lupus signatus).


Lobo (Canis lupus)


Este año 2020 los lobos frecuentan las zonas altas de la pedanía lacianiega de Sosas, desde mayo se ha denunciado en prensa cinco ataques al ganado atribuidos al cánido, el último ocurrió en el paraje de Alpandrín donde apareció muerto un ternero de tres meses el 1/9/20. Este año también se ha publicado en prensa varios encuentros de vecinos con osos, en las localidades de Sosas, Orallo y en Caboalles de Abajo. Se recogió cachorro de lobo huérfano en Abelgas de Luna y respecto al Urogallo en la Laciana se estima que todavía quedan entre 42 y 47 machos. El día 7 de septiembre se gravó otro vídeo de un oso pequeño por las calles de Caboalles de Abajo (Diario de León 8/9/20).

11/9 Leonoticias: El oso joven sigue apareciendo por las noches en Caboalles de Abajo para comer ciruelas, peras y frutos de la localidad. La Fundación Oso Pardo y la Guardia Civil han activado un protocolo para alejarlo de la localidad. No es la primera vez que un osezno se acostumbra a bajar a los pueblos, en 2014 un oso joven estuvo bajando a Castro en Somiedo a comer higos y manzanas entre las casas, toleraba la presencia de vecinos y turistas.

23/9 ABC Castilla León: Muere un oso atropellado a las 23 horas en la comarcal CL-626 de Villablino a Huergas de Babia.


Oso pardo europeo (Ursus arctos arctos)


Coronamos el valle de Valdeprado y salimos a Degaña, a la comarcal AS-15, seguimos dirección norte hasta el Observatorio de la sierra de Tablado, que está junto a la carretera nada más pasar Fondos de Vega, intentamos buscar nuestro primer oso pero nos tuvimos que conformar con observar cinco rebecos cantábricos (Rupicapra parva).


Rebecos cantábricos (Rupicapra parva)


Deshicimos camino para coronar el puerto de Cerredo y hacer una parada en las brañas de la zona. Observamos Busardo ratonero (Buteo buteo), Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus), Escribano cerillo (Emberiza citrinella), Tarabilla norteña (Saxicola torquatus), Urraca común (Pica pica) y Zorzal charlo (Turdus viscivorus), finalizamos la jornada cenando en Villablino en el Restaurante Asador Marga.


Tarabilla norteña (Saxicola torquatus)


28 de Agosto

Esa mañana el cielo amaneció cerrado de nubes y hacía fresco, subimos por la LE-497 hasta el puerto de Leitariegos, entramos en Asturias y seguimos unos pocos kilómetros hasta pasar Santa María de Brañas, en la carretera a mano izquierda hay un observatorio, el Mirador de Miravalles. Con la niebla solo pudimos encontrar Aguilucho cenizo (Circus pygargus), Arrendajo euroasiático (Garrulus glandarius), Busardo ratonero (Buteo buteo), Cuervo grande (Corvus corax) y Zorzal charlo (Turdus viscivorus).


Busardo ratonero (Buteo buteo)


Regresamos al puerto de Leitariegos donde añadimos a nuestro cuaderno Avión común (Delichon urbicum), Bisbita alpino (Anthus spinoletta), Buitre leonado (Gyps fulvus), Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus), dos corzos (Capreolus capreolus) una hembra acompañada por su corcino del año, el pequeño al empezar a mojarse con la lluvia se arrancó a correr como un poseido, daba vueltas de alegría alrededor de su madre que aparentaba ignorarlo. También vimos Curruca capirotada (Sylvia atricapilla), Escribano cerillo (Emberiza citrinella), Jilguero europeo (Carduelis carduelis), Lavandera blanca (Motacilla alba) y Pinzón vulgar (Fringilla coelebs).


Escribano cerillo (Emberiza citrinella)


Huyendo de la lluvia regresamos a Villablino y nos dirigimos a recorrer los bosques del río Bayo, en El Villar de Santiago donde solo añadimos a nuestro listado Carbonero común (Parus major) y Mito común (Aegithalos caudatus). En este macizo dominado por el pico Cueto Nidio de 1.773 m se esconde otro de los mejores cantaderos de Urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) y un lugar paradisíaco como es la Brañas de Cubacho.


Río Bayo, Rioscuro


Regresamos hasta la localidad de Rioscuro para visitar el Castro de la Muela datado en el siglo II a.C. Fue un asentamiento fortificado de los astures sobre un cerro a orillas del río Sil, desde el que se dominaba el valle pero la riqueza aurífera de esta tierra atrajo a los romanos que controlaron estos valles un siglo después.


Muralla Astur del Castro de la Muela 


En el río vimos Ánade azulón (Anas platyrhynchos), Avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), Garza real (Ardea cinerea), Mirlo acuático (Cinclus cinclus) y un grupo de Trucha común (Salmo trutta). La trucha ibérica o común no puede frezar en los embalses por falta de condiciones adecuadas por lo que se ve obligada a remontar los ríos cuando se aproxima el período de reproducción. A finales de verano o principios de otoño la población tiende a concentrarse cerca de los afluentes, los remontan a medida que las aguas se enfrían y es en esta época cuando las podemos encontrar agrupadas en aguas oxigenadas y poco profundas como era el caso.

Trucha común (Salmo trutta)


Después de la larga mañana nos dimos un buen homenaje gastronómico comiendo un enorme cachopo de cecina en el Bar-Restaurante El Ferial.

Cachopo de Cecina en el Restaurante El Ferial de Villabliño


Nada más comer subimos por la comarcal LE-495 hasta el Puerto que es la entrada sur al valle de Somiedo, en Asturias. Aquí hay varios miradores donde es posible observar oso. El primero está nada más coronar el puerto de Somiedo, al pasar la localidad llamada El Puerto, siguiendo por la AS-227 hay un pequeño mirador al pasar la primera curva a izquierda, justo antes del típico cartel de tráfico que reclama precaución ante la posibilidad de encontrar osos en la carretera. Desde allí se domina toda la cabecera del valle y se ve la localidad de La Peral.

El Puerto visto desde La Peral, Somiedo




Tras bajar un par kilómetros se llega al desvío que que conduce a La Peral, allí hay uno de los miradores más propicios para observar al plantígrado, el Mirador del Rey. Antes de entrar en la aldea se deja el coche en un amplio parking y se sube andando hasta la localidad, nada más entrar a mano derecha se sigue una estrecha calleja que enseguida se convierte en una senda que mira al este y gana altura hasta el mirador. En las proximidades había situado uno de los grupos que guían las empresas locales de observación de fauna. Nosotros solo observamos Avión común (Delichon urbicum), Buitre leonado (Gyps fulvus), Pardillo común (Linaria cannabina mediterranea) y Tarabilla europea (Saxicola rubicola).


Brañas desde La Peral


Como no vimos mucho movimiento ya que era un poco temprano y la tarde se estaba cerrando de nubes que amenazaban lluvia decidimos seguir bajando el valle hasta la localidad de Gúa, un par de kilómetros antes de Pola de Somiedo.


Braña de Mumiám


Grupo de empresa para  observación osos en La Peral


Entre las cuatros casas que tiene la aldea de Gúa hay un campo preparado para los observadores de fauna y este año tenía mucho éxito ya que casi todos los días se veían varios osos, a primera y a última hora del día. Como no se puede aparcar en la localidad y en la estrecha carretera AS-227 apenas hay apartaderos para dejar los vehículos mucha gente opta por dejarlos en Pola de Somiedo y subir andando los dos kilómetros que separan ambas localidades.

Observadores de osos en Gúa, Somiedo


Tras dos vueltas conseguimos encontrar hueco junto a la carretera y subimos hasta el mirador de Gúa. Allí había un montón de observadores debidamente espaciados con sus mascarillas y pertrechados con catalejos, potentes teleobjetivos, sillas e impermeables. Todos miraban la ladera contraria a la del pueblo, a la Sierra de Perlunes y allí había un  Oso pardo (Ursus arctos) joven poniéndose morado a comer avellanas y bellotas. Estaba lejos pero con la óptica se veía perfectamente, lo observamos a placer e hicimos unas fotos testimoniales hasta que empezó a llover con fuerza por lo que decidimos volver al coche para regresar a Villablino, faltaba muy poco para la puesta de sol.


Oso pardo en Gúa


29 de agosto

En Villablino estuvo lloviendo toda la noche y amaneció igual, hacía 8 grados por lo que era la primera jornada fresca de todo el verano y nosotros teníamos frío. No tenía sentido intentar volver a ver más osos a Asturias ni estaba el día para hacer ninguna ruta andando por lo que decidimos explorar las carreteras de lo que se conoce como Los Cuatro Valles. Siguiendo LE-493 salimos de la Laciana para una vez atravesar El Villar de Santiago entrar en la comarca leonesa de Omaña.

Ermita de Santa Ana, Barrio de la Puente, Omaña


Al cambiar la comarca la vegetación se abre, desaparecen los espesos bosques de la Lanciana y encontramos campiñas con bosquetes y pastizales, en el fondo del valle había un precioso bosque de galería. El paisaje denota la acción de la mano del hombre pero también el abandono de muchos años, los campos y pueblos aparentan estar dormidos. La carretera sigue el descenso del río Omañas hasta la aldea de Aguasmestas donde tras pasar lo que fue un puente romano a mano derecha se abre otro valle perdido, el Valle Gordo.


Construcción tradicional de Omaña


Este valle es todavía más olvidado si cabe, hay seis poblaciones que pertenecen al municipio de Murias de Paredes donde apenas quedan cincuenta habitantes que todavía hoy mantienen vivo el idioma leonés. La estrecha carretera sigue el trazado del río Órbigo por donde transcurre el Camino de Santiago Olvidado que lleva hasta Fasgar y de allí pasa a la comarca del Bierzo. Este valle fue ocupado por los romanos que explotaron minas de oro, en la Edad Media, entre los siglos X y XII, por aquí transitaba el antiguo Camino de Santiago por la Montaña que recorría un total de 637 kilómetros desde Bilbao hasta Cacabelos, municipio próximo a Ponferrada donde se unía al posterior Camino Francés. Este camino olvidado seguía por el sur la cornisa Cantábrica para evitar a los musulmanes que ocupaban prácticamente toda la llanura de Castilla y León


Río Omaña, 


En Barrio de la Puente todavía queda un coqueto puente romano pero en el valle destacan las rústicas iglesias construidas después del siglo XVII con fachadas abalconadas y torres en forma de espadaña que generalmente tienen dos campanas tamaños diferente. Además de llamar a oficio se tañían para comunicar eventos, como el toque de arrebato que era el aviso de alguna alarma como un incendio o el toque del tente nube para conjurar nubes sospechosas de provocar calamidades para las cosechas. Los adustos edificios tienen planta rectangular y suelen tener un atrio cubierto para proteger de las inclemencias, allí los paisanos dejaban las madreñas alineadas y a resguardo mientras asistían a las ceremonias religiosas. Los domingos a la salida de misa se celebraban los concejos que trataban los problemas comunales. Solo por señalar algunas citaré San Pedro Apóstol de Cirujales, Ermita del Santo Cristo, Ermita de Santa Ana, Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, iglesia parroquial de Barrio de la Puente de 1773, Santa María de Fasgar y la Ermita de Posadas de Omaña.


Corneja negra (Corvus corone)


El día seguía cerrado y llovía a ratos por lo que solo pudimos observar Busardo ratonero (Buteo buteo), Corneja negra (Corvus corone), Escribano cerillo (Emberiza citrinella), Papamoscas gris (Muscicapa striata striata), Pinzón vulgar (Fringilla coelebs), Serín verdecillo (Serinus serinus), Tórtola turca (Streptopelia decaocto) y Zorzal charlo (Turdus viscivorus).


Papamoscas gris (Muscicapa striata striata)


Desandamos camino para regresar al valle del río Omañas y en la localidad de El Castillo hicimos una parada para almorzar a base de suculentas chacinas caseras en el Bar Hermanos Prieto. Esta localidad debe su nombre al Castillo Medieval de Benal que ya era citado en 1366, fue propiedad de los Condes Luna y servía para proteger el Camino Real, originalmente fue un castro amurallado y después fortaleza romana que hoy en día está en estado ruinoso. Hicimos otra parada muy recomendable en la localidad de Soto y Amio, en la fábrica de embutidos Honorio Fuertes Álvarez, situada junto a la carretera para comprar alguno de sus estupendos productos.

El Castillo


Seguimos bastantes kilómetros sin parar remontando la CL-626 hasta entrar en la comarca de Babia tras bordear el embalse Barrios de Luna, a la altura de la localidad de Pobladura de Luna retomamos las paradas para observar aves cuando la lluvia amainaba, a los pies de la impresionante Sierra de las Grajas vimos Bisbita campestre (Anthus campestris), Buitre leonado (Gyps fulvus) y Corzo (Capreolus capreolus).

Bisbita campestre (Anthus campestris)


Se acercaba el medio día cuando nos acercamos a Riolago para visitar el Palacio de los Quiñones, un caserón señorial del S.XVI donde hoy se encuentra la Casa del Parque Natural de Babia y Luna. Arreció la lluvia y nos fuimos comer un estupendo y económico menú en el restaurante Fuensanta. Una pareja de ancianos de la mesa de al lado nos contaba que los osos se habían generalizado en las comarcas de Babia y en Omaña, que atacaban los abundantes ruscos de abejas de la zona y que incluso los veían en algún paseo por los alrededores de estos pueblos.

Palacio de los Quiñones, Riolago


Retomamos camino y en Huergas de Babia vimos Busardo ratonero (Buteo buteo), Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus), Culebrera europea (Circaetus gallicus), Tórtola turca (Streptopelia decaocto) y Urraca común (Pica pica). En el Puente de Las Palomas que separa las comarcas de Babia de la Laciana vimos Chova piquirroja (Pyrrhocorax graculus).

Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus)

Ya en Villablino siguió la lluvia pero en un paseo junto al Arroyo de la Fleitina añadí al cuaderno de campo especies como el Ánade azulón (Anas platyrhynchos), Andarríos grande (Tringa ochropus), Gallineta común (Gallinula chloropus), Golondrina común (Hirundo rustica), Lavandera blanca (Motacilla alba), Martín pescador común (Alcedo atthis), Pinzón vulgar (Fringilla coelebs) y Verderón común (Carduelis chloris).

Martín pescador común (Alcedo atthis)


30 de agosto

Se había acabado nuestro viaje pero nos esperaba un largo regreso de 856 km. Para hacer más llevadero el trayecto Villablino-León-Burgos-Madrid-València contamos todas las especies que vimos. Un Águila calzada (Aquila pennata) en Arganda, 50 Buitre leonado (Gyps fulvus) entre Burgos y el límite provincial de Madrid, un Buitre negro (Aegypius monachus) en Guadalix de la Sierra, 27 Busardo ratonero (Buteo buteo) solo en la CL-626 dentro de la comarca de Babia, además de Culebrera europea (Circaetus gallicus) en Villargordo del Cabriel y un Milano real (Milvus milvus) en Lerma.


Buitre negro (Aegypius monachus)



EL PROBLEMA DE LA MINERIA EN LA MONTAÑA LEONESA

Históricamente La Laciana y el Alto Sil han sido valles mineros, lo que en un principio consistía en excavar galerías que necesitaba una amplia plantilla de picadores para extraer carbón a partir de 1990 se convirtieron en explotaciones mineras a cielo abierto. Para acceder a las vetas de mineral la empresa Coto Minero del Cantábrico taló bosques y desmontó montañas enteras con maquinaria pesada. A consecuencia de ello se contaminaron los acuíferos y el río Sil, todo gracias a subvenciones millonarias. Se generó grandes escombreras de escorias con las que se enterró más hectáreas de bosque y a diferencia de las explotaciones tradicionales la minería a cielo abierto no necesitaba tantos puestos de trabajo por lo que cientos de mineros fueron al paro y tuvieron que emigrar.

Lavadero de carbón y vagones abandonados en Villablino


Se abrieron minas en zonas protegidas sin los preceptivos informes como ocurrió con la mina de Fonfría y Europa sancionó al estado español por la concesión de licencias a la Minero Siderurgia de Ponferrada sin los preceptivos informes de impacto ambiental. Hubo evasión de impuestos con los beneficios mientras el carbón extraído era de muy baja calidad.


Escorias de carbón abandonadas en Villablino


El responsable principal era el empresario Victorino Alonso, dueño de la concesionaria Coto Minero del Cantábrico, además fue nombrado presidente de Carbunión la patronal del carbón, pero llama la atención que este empresario era uno de los mejores amigos del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Su empresa recibió entre 1990 y 2012 un total de 2.110 millones de euros de subvenciones con el objetivo de crear industrias y puestos de trabajo alternativos para la reconversión de la minería tradicional pero esos fondos no repercutieron positivamente en la Laciana, se utilizaron para poner en marcha las explotaciones a cielo abierto con las que destrozar el medio ambiente y se despidió a la mayoría de los mineros leoneses condenando a la comarca a una despoblación irreversible.


Vagonetas de carbón sobre antigua vía minera, hoy vía verde en Villablino


Con los beneficios de la explotación a los que sumó 20 años de subvenciones por explotaciones que no eran económicamente rentables, Victorino Alonso creó su propio grupo empresarial, que cuenta con diversas compañías mineras, constructoras, empresas de maquinaria, de restauración medioambiental, inmobiliarias, etc. En el año 2010 el Tribunal Supremo condenó en sentencia firme a varias sociedades de Victorino Alonso por fraude en la calidad del mineral a una multa de más de 13 millones de euros, se demostró que había realizado maquinaciones para entregar carbón de baja calidad a la Central Térmica de La Robla que sin embargo era certificado como mineral de primera y se cobraba como tal repartiendo el beneficio ilícito entre los implicados.

Descendientes de los Astures


El resultado es que hoy en día tenemos dos comarcas condenadas a la despoblación y además buena parte de las montañas leonesas se han convertido en agujeros gigantescos llenos de escorias, hay un ferrocarril minero perdido, con vagones abandonados y estaciones cerradas. En 1991 se gastaron 4.000 millones de pesetas para construir un lavadero de carbón con más subvenciones que se cerró y abandonó en 2017. En Villablino llama la atención la cantidad de bloques de viviendas de baratas que hay y los pocos habitantes que las ocupan, en 1996 había 15.000 habitantes en todo el municipio y hoy quedan poco más de 10.000. Con todo la montaña leonesa a pasar de la minería a cielo abierto es un lugar que respira la pureza de una naturaleza desbordante y el alojamiento la restauración no están masificadas y los precios son muy razonables. Es uno de los lugares imprescindibles que ha de conocer un naturalista y cualquier viajero que busque autenticidad.

Desfiladero del Sil desde el Puente de las Palomas


Texto y fotos de Rafa Muñoz 2020.