El pasado sábado aprovechando que la celebración de
Llegábamos a las 9 de la mañana y nos esperaba nuestro amigo Fran Lucha, técnico del Parque, el nos hizo de perfecto guía que nos fue desvelando los muchos tesoros que esconde este lugar.
Estamos ante una impresionante sierra litoral rodeada de grandes núcleos de población que prácticamente la convierten en un parque urbano, el más visitado de todos los del País Valencià. Iniciamos el recorrido en el parking de acceso al faro de l’Albir. Lo primero que nos sorprendió fue la cantidad de mitos (Aegithalos caudatus) que se alimentaban en los pinares cercanos a la población.
Piscifactoría, Altea, mayo 2008.
Enseguida llegamos a un mirador asomado a la bahía de Altea, al norte veíamos el Penyal d’Ifac,
Continuamos por el sendero peatonal perfectamente acondicionado mientras observábamos una pareja de cuervos (Corvus corax). Tras un recodo al pasar un túnel empezábamos a darnos cuenta de la magnitud de estas montañas. En su lado este la frondosidad del pinar daba paso a una zona más termófila dominada por el típico matorral mediterráneo, mas denso en el fondo de los barrancos. Arriba en la cima coronada por antenas y repetidores pudimos una de las parejas de halcones peregrinos (Falco peregrinus) que se reproducen en estos cortados. Entre las coscojas y el roquedo observamos dos collalbas negras (Oenanthe leucura).
Enseguida llegamos al faro. Desde lo alto teníamos una vista privilegiada. En los impresionantes acantilados gaviotas patiamarillas (Larus michahellis) y un par de gaviotas de audouin (Larus audouinii).
Vista del Parque con el faro de l'Albir al fondo, mayo de 2008.
En el mar un mínimo de 20 pardelas cenicientas (Calonectris diomedea) y otras tres baleares (Puffinus mauretanicus) destacaban de entre más patiamarillas (Larus michahellis). Bastantes metros por debajo nuestro pudimos observar tres cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis) y dos garcetas comunes (Egretta garzetta).
De regreso tras una entrevista del Diario Información de Alacant bajamos a las antiguas minas que explotaban los pigmentos de estas rocas para conseguir el ocre. Allí entre los tintes de las paredes, al amparo de un hueco se adivinaba un nido de collalba negra (Oenanthe leucura).
Un poco más tarde otro grupo de delfines (Tursiops truncatus) hicieron las delicias de todos, calculamos que debían ser aproximadamente 20 ejemplares, es difícil contar a estos acróbatas veloces.
De vuelta pudimos observar roqueros solitarios (Monticola solitarius), vencejos comunes (Apus apus) y pálidos (Apus pallidus). Un arros a banda puso colofón a la mañana, después en el Centro Social "José Llorca" de Benidorm realizamos nuestra Asamblea de
Socios asistentes a la salida matinal.
No quiero cerrar estas líneas sin agradecer públicamente al P. N. de
Mensaje de Rafa Muñoz en el FORO SVO Aves.
Fotos de Fran Lucha y Rafa Muñoz, FONS FOTOGRÀFIC SVO.
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