El pasado sábado
Con el día cubierto comenzamos observando las aves marinas en Aguamarga. El numeroso grupo miraba a los cuatro puntos cardinales y las observaciones se acumulaban, como más destacable de las 10 especies detectadas, señalar dos lecturas de gaviota de Audouin (Larus audouinii) con anillas de plástico una con JPV en pata derecha y otro ejemplar con AJ2W en pata izquierda. En la playa dos chorlitejos patinegros (Charadrius alexandrinus) aparentaban incubar echados en la arena y dos vuelvepiedras (Arenaria interpres) centraron nuestra atención. Las salinas situadas junto al aeropuerto del Altet estaban totalmente secas y no depararon más sorpresas.
Después de un corto desplazamiento llegamos al Clot de
Otra vez subimos a nuestra caravana ornitológica y al poco desembarcábamos en el Clot de Galvany. Este paraje sorprende, está rodeado de recientes urbanizaciones y consta de un par de pequeñas lagunas que gracias a un perfecto diseño de observatorios consiguen la intimidad y cercanía necesarias para disfrutar de especies esquivas y a muy pocos metros, de echo aquí se han celebrado convocatorias de digiscoping. Sentados cómodamente en los observatorios teníamos delante rascones (Rallus aquaticus) y una agachadiza común (Gallinago gallinago) compartiendo plano. Una pareja de cercetas comunes (Anas crecca) alimentándose tranquilamente con su cabeza bajo el agua. Una malvasía (Oxyura leucocephala) más tímida solo se dejó ver por unos pocos. Compartíamos espacio ornitólogos con experiencia con principiantes que empiezan a descubrir la ornitología. Agradecer a Pascual López y a Alex Alamán la pedagogía para ayudar a diferenciar las diferentes aves que se amontonaban delante los más noveles. El único calamón (Porphyrio porphyrio) que observaríamos sería precisamente aquí y enseguida se convirtió en una de las estrellas de la mañana.
Vuelvepiedras (Arenaria interpres)
Cercano ya el medio día nos dirigimos a la platja del Carabassi, debajo de los cortados del cabo de Santa Pola. Aquí volvimos a disfrutar con un grupo de 20 vuelvepiedras (Arenaria interpres) que removían los montones de posidonia rebuscando con que alimentarse. Camino de Santa Pola un zarapito trinador (Numenius phaeopus) entretuvo a parte del grupo.
Al atardecer paseamos por la platja de Pinet, al sur del casco urbano de Santa Pola. Allí buscamos y encontramos los bisbitas de Richard (Anthus richardi) que han elegido estos prados para invernar pero también disfrutamos con gaviotas cabecinegras (Larus melanocephalus) y picofinas (Larus genei) ya vestidas con su espectacular tono rosado típico del celo, tambén observamos un cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) y agujas colinegras (Limosa limosa). Un constante paso a norte de golondrinas (Hirundo rustica) y aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris) nos anunciaba la proximidad de la primavera. Con la llegada de la noche una ducha y una buena cena en camaradería pusieron fin a la intensa jornada.
Agachadiza común (Gallinago gallinago)
El domingo amaneció con un cielo muy cubierto y una fuerte lluvia que no nos hicieron desistir de nuestra pasión. A las 9 de la mañana estábamos apostados bajo nuestros chubasqueros disfrutando de las enormes cifras de flamencos (Phoenicopterus ruber), cormoranes (Phalacrocorax carbo), tarros blancos (Tadorna tadorna), avocetas (Recurvirostra avosetta) y gaviotas en las Salinas de Santa Pola.
Después nos dirigimos a la desembocadura de el río Segura, en Guardamar. Allí no faltó a su cita una de las especies estrellas de este viaje, una pareja de hembras de eider (Somateria mollissima). La lluvia y el viento no estropearon el disfrute de ver esta rara anátida. De nuevo realizamos una lectura de anilla, U3J, de otra gaviota de Audouin (Larus audouinii).
Eider (Somateria mollissima)
Para finalizar el pajareo nos dirigimos a la laguna de
Hemos disfrutado con la observación de 75 especies y un mínimo de 4.300 ejemplares. Disfrutados en perfecta armonía cubriendo una horquilla entre los 18 y los cicuenta y tantos años, curtidos ornitólogos junto a otros más noveles. Quiero desde aquí agradecer la compresión y disponibilidad de todos, esto nos da ganas de seguir organizando estas salidas.
En las Salinas de Pinet, Santa Pola, aguantando el aguacero.
No quisiera finalizar esta crónica sin agradecer al personal de
Gracias a todas y a todos.
Rafa Muñoz.
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