Pajareo otoñal en Villafáfila

Avutardas en Villafáfila, noviembre 2023. Arxiu RMiB 

 

Entre el límite de Castilla y León se encuentra la comarca de Tierra de Campos, antaño denominada el granero de Castilla. El paisaje es una inmensa llanura esteparia ondulada situada entre los 700 y los 720 metros de altitud dedicada a los cultivos cerealistas. Junto a la localidad zamorana de Villafáfila destaca un espacio singular formado por diversas lagunas salobres que en años húmedos inundan hasta 600 ha.

Estos esteros endorreicos temporales tienen mucha importancia debido a la biodiversidad que acogen, principalmente en invierno cuando se convierten en una parada obligatoria para las aves migratorias que transitan por el oeste de la Península Ibérica.

Las principales lagunas de este complejo lagunar son la Laguna Grande con 192 ha, la Laguna de Barillos con 118 ha y la Laguna de las Salinas con 70 ha, pero en época húmeda aparecen muchos más lagunazos que se enseñorean en cualquier depresión.

Dado la enorme biodiversidad que acogen, en 2006 la Junta de Castilla y León protegió 32.541 hectáreas mediante la figura de Reserva Natural.

Nosotros viajamos a las lagunas de Villafáfila los días 27 y 28 de noviembre. Para pernoctar elegimos el céntrico y muy correcto hostal Universal, en la cercana localidad de Benavente. Con respecto a la intendencia señalar que disfrutamos de la abundante y consistente gastronomía de la zona, en Villafáfila comimos en el Palomar y en Benavente cenamos en el Bar Gallego, una cecina y unos quesos zamoranos espectaculares, todos ellos regados con buen vino de Toro.

 

Observatorios y rutas realizadas

Observatorios

Para poder contemplar la fauna sin molestarla esta reserva cuenta con varios observatorios repartidos por los diferentes humedales. En un recorrido pajarero que progrese de sur a norte para llevar el sol de espaldas el primero que encontramos es el observatorio de la Laguna de San Pedro, junto a la localidad de Villarrín de Campos (1). Continuando dirección norte se llega al sureste de la Laguna Salina Grande, al observatorio de Otero de Sariegos (2) que tiene el inconveniente que cuando los niveles hídricos son bajos, se queda muy retirada la zona inundada y solo con ayuda del catalejo se puede intentar  identificar las aves más pequeñas que estén en el sur de la laguna. Esta área tiene una preciosa casa observatorio que imita los tradicionales palomares, pero para desgracia del naturalista aterido por el gélido viento de finales otoño, también suele estar cerrado.


Ánsares en la Laguna de Panera, Arxiu RMiB


Siguiendo la pista que rodea la Laguna Salina Grande por el este, junto a la carretera ZA-715 se alza el enorme complejo de la Casa del Parque (3), que es su principal punto de información. Según datos de la propia Junta, en 2018 lo visitaron más de 17.000 ciudadanos. Con estas cifras nos sorprende que la Junta prefiera mantenerlo cerrado entre semana, cuando allí dentro siempre hay personal de Medio Ambiente trabajando y somos muchos los que preferimos ir entre semana para evitar aglomeraciones. Para acabar de empeorar la gestión medioambiental autonómica, según informa su página web cobran una entrada de 2€, cosa poco habitual en el resto de los parques naturales del estado. 


Observatorio de Barillos, Arxiu RMiB


Por último, al noroeste de la laguna de Barillos, junto a la misma ZA-715, se encuentra el observatorio de la Laguna de Barillos (4). A pesar de su nombre está más cerca de la Laguna Rosa, aunque con ayuda del telescopio se puede prospectar la alejada Laguna de Barillos. Al norte también se puede ver la pequeña Laguna de las Paneras.

Un malpensado, viendo la ubicación de los observatorios y los nombres que les han adjudicado piensa que quizás el que eligió su ubicación pensaba más en quien cobraba la expropiación de los terrenos que en si era el lugar más apropiado para montar un observatorio, que no moleste pero que permita observar la aves. Quizás la razón sea que cuando los diseñaron el nivel hídrico era muy diferente. En jornada y media cortas por ser finales de otoño identificamos un total de 50 especies, que repasaremos en las siguientes líneas.


Observatorio de la Laguna de San Pedro, Arxiu RMiB
 

Rapaces 7 especies.

Notamos que el aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus) es menos abundante que milanos y aguiluchos pálidos. Nos lo encontramos preferiblemente patrullando en vuelo raseado por campos alejados de las lagunas. El busardo ratonero (Buteo buteo) también se localiza preferentemente campeando sobre las tablas de cereal de los alrededores. Sin dudar el aguilucho pálido (Circus cyaneus) es más abundante que el lagunero, nosotros observamos no menos de diez ejemplares, aunque ninguno de ellos era macho. 


Cernícalo vulgar en caja nidal, Villafáfila, Arxiu RMiB


Encontramos varios ejemplares de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) aquerenciados a las numerosas cajas nidos que salpican la reserva. Esta sí que es una buena gestión ambiental ya que facilitar la cría de predadores, ayuda a mantener a raya las poblaciones de topillos y ratones que de otra manera diezmarían los cultivos. En primavera, esos mismos nidales acogen al 50% de la población mundial de cernícalo primilla (falco naumanni) que se reproduce aquí. En Villafáfila se estima una población de 300 parejas. Pero esta especie solo está presente entre los meses de febrero y mediados de septiembre, a principios de otoño marchan al Sahel occidental buscando zonas donde abunden los insectos de los que se alimentan.


Milano real en Villafáfila, Arxiu RMiB


Sorprendimos dos gavilanes (Accipiter nisus) al acecho de paseriformes en dos de los escasos bosquetes aislados que rodean las lagunas. Nos llamó la atención la abundancia de egragópilas frescas de lechuza común (Tyto alba), aunque no vimos ninguna rapaz nocturna.

Sin dudar la rapaz más abundante en puertas del invierno es el milano real (Milvus milvus), vuelan bajo prospectando posibles presas o esperan pacientemente posados en cualquier pequeño promontorio. También pudimos comprobar como cuatro ejemplares seguían un tractor mientras araba un campo, compartiendo los invertebrados desenterrados con un colorido grupo formado por gaviotas reidoras y estorninos pintos. 

 

Ánsar común en Villafáfila, Arxiu RMiB

Anátidas y gansos 6 especies.

Las anátidas abundan en estas aguas someras, encontramos al genérico ánade azulón (Anas platyrhynchos), cuchara europeo (Spatula clypeata), nos sorprendió lo escasa que era la cerceta común (Anas crecca) y por el contrario la abundancia de Tarro blanco (Tadorna tadorna). A los pajareros mediterráneos siempre nos alegra observar los patos más escasos en nuestra vertiente, como son el ánade rabudo norteño (Anas acuta) o el silbón europeo (Mareca penelope).

 

Grulla en Villafáfila, Arxiu RMiB

Gansos, grullas, garzas, flamencos y gallináceas, 5 especies

Antaño estas lagunas destacaron por acoger en invierno una buena fracción de los ánsares comunes (Anser anser) europeos, que alcanzó unos máximos de entre 30 y 35.000 gansos en los mejores años. Esta cifra se redujo progresivamente y en 2018 solo se contabilizó un máximo de 2.500 gansos, convirtiéndose en la cifra más baja desde 1983. Este 2023 solo fuimos capaces de contar un máximo de 231 ejemplares en la Salina Grande. El cambio climático ha favorecido que estas aves encuentren alimento en tierras norteñas que antes se helaban, lo que les impedía acceder a su sustento. Por ello ahora muchas ocas prefieren acortar su viaje migratorio y se quedan en lugares más cercanos a sus colonias de cría como son las campiñas holandesas.

Al contrario de lo ocurre con los ánsares, las cifras de grulla común (Grus grus) invernantes han ido aumentando con el paso de los años. La población invernante castellano-leonesa ha pasado de 230 aves en 1980 a 4.996 en 2007. Con todo en Villafáfila invernan pocas, esta localidad la utilizan preferentemente como punto de reposo y alimentación durante la migración postnupcial (Prieta et. al., 2008), nosotros solo contamos 184 ejemplares. Otras especies presentes fueron dos flamenco común (Phoenicopterus roseus), 1 gallineta común (Gallinula chloropus) y 2 garza real (Ardea cinerea).


Avutardas en Villafáfila, Arxiu RMiB

 

Estepárias, 1 especie

Circulando por las pistas al suroeste de Tapioles (5) encontramos grupos numerosos de avutarda común (Otis tarda). El lunes 27 observamos 95 ejemplares en el mismo campo y el martes, en una zona próxima encontramos un grupo de 34 y otro de 61. Nos sorprendió que estas aves se agrupen en bandos invernales tan grandes. A buen seguro que estaban rebuscando granos de trigo y cebada ya que en los meses invernales se alimentan casi exclusivamente de materia vegetal (Lane et al., 1999).

 

Avutardas, Arxiu RMiB


Según datos de la Junta de Comunidades en 2018, en el entorno de Villafáfila hay una población de avutardas cercana al millar. Los máximos se censaron en 2005, cuando contabilizaron 2.668 ejemplares. Estos datos implican que aquí se concentra la mayor porción de la población mundial de esta especie. Sin embargo las tasas de reproducción de algunos años son muy bajas, en la primavera de 2022 una concatenación de fríos primaverales anómalos provocó que solo prosperaran 73 pollos.  

 

Bando de avefrías y combatientes, Villafáfila, Arxiu RMiB

Limícolas, 8 especies

En la actualidad la avefría europea (Vanellus vanellus) se ha convertido en la especie más abundante de los inviernos en Villafáfila. En 2016 se llegaron a contabilizar 10.000 ejemplares, siendo conservador, estimo que no bajarían del par de millares. Generalmente estaban acompañadas por chorlitos dorados (Pluvialiis apricaria) cuyas cifras no bajarían de los tres centenares, por combatientes (Calidris pugnax), correlimos comunes (Calidris alpina), un par de correlimos menudos (Calidris minuta) y también tuvimos la suerte de ver un correlimos de Temminck (Calidris temminckii). Gracias al diseño y colorido de su plumaje, destacaban las inconfundibles avocetas (Recurvirostra avosetta), calculamos que había 48 ejemplares, los dos días las vimos en la Salina Grande, sesteando agrupadas.

En uno de los recorridos por los campos circundantes al entorno lagunar levantamos dos andarríos grande (Tringa ochropus), inconfundibles por el contraste de su dorso negruzco con el blanco níveo del obispillo y cola. También encontramos archibebe oscuro (Tringa erythropus), el primer día uno y cuatro el segundo, lo curioso es que parecían preferir lagunas tranquilas, eran la única especie presente en la laguna de San Pedro, muy cerca de Villarrín de Campos.

 

 Gaviotas,  2 especies

Las gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) seguían un tractor que araba un campo mientras que las gaviotas sombrías (Larus fuscus) las vimos sestar en la Salina Grande.


Palomar de Villafáfila, Arxiu RMiB

 

Columbiformes, 2 especies

Esta comarca se caracteriza por sus típicos palomares de tapial, o tierra pisada. Esta técnica y diseño peculiares consiste en levantar gruesos muros de tierra arcillosa húmeda que se compacta a golpes de pisón. A esta mezcla le añaden paja y con ella rellenan encofrados de madera para dejar que se endurezcan. De esta forma alzan unos sólidos muros que rematan con entramados de madera y cubren con tejas. Las utilizaban para favorecer la reproducción de la paloma bravía doméstica (Columba livia domestica) ya que de ellas aprovechaban los huevos, los pichones y la palomina, que es el nombre que reciben los excrementos que utilizaban como abono. Hoy la mayoría está ruinas por falta de mantenimiento, en los que continúan activos como nidales se ha añadido la cosmopolita tórtola turca (Streptopelia decaocto) y algún primilla.


Zorzal común, Villafáfila, Arxiu RMiB

 

Paseriformes, 18 especies

De los paseriformes presentes encontramos las especies habituales de las estepas cerealistas castellano-leonesas. Alaúdidos como la alondra común (Alauda arvensis), la cogujada común (Galerida cristata) y la montesina (Galerida theklae). Bisbita pratense (Anthus pratensis), escribano triguero (Miliaria calandra), gorrión chillón (Petronia petronia), gorrión Común Ibérico (Passer domesticus balearoibericus), gorrión molinero (Passer montanus), estornino negro (Sturnus unicolor) o estornino pinto (Sturnus vulgaris).


Grajilla en Villafáfila, Arxiu RMiB


Córvidos como la corneja negra (Corvus corone), la grajilla occidental (Corvus monedula spermologus) y la urraca común (Pica pica), acompañados de las aves de las campiñas ibéricas, como son el jilguero europeo (Carduelis carduelis), la lavandera blanca (Motacilla alba), el pardillo común (Linaria cannabina mediterranea), el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), el cistícola buitrón (Cisticola juncidis), pinzón Vulgar (Fringilla coelebs), tarabilla europea (Saxicola rubicola) o el zorzal común (Turdus philomelos).


Gracias a mis amigos: Gerardo Aisa y Aurelio Sanz
 

Bibliografía

Avutardas alimentación:

Lane, S. J., Alonso, J. C., Alonso, J. A., Naveso, M. A. (1999). Seasonal changes in diet and diet selection of great bustards (Otis t. tarda) in north-west Spain. J.  Zool. London, 247: 201-214.

Avutardas y ánsares en 2018:

https://www.lavanguardia.com/vida/20190128/4655223570/las-lagunas-de-villafafila-registran-la-cifra-mas-baja-de-ansares-en-36-anos.html

https://www.lavanguardia.com/vida/20160127/301706871770/el-avefria-desbanca-al-ansar-como-principal-especie-migratoria-en-villafafila.html

Casa del Parque de Villafáfila:

https://villafafila.com/instalaciones/default.asp

Cernícalo primilla, migración e invernada:

https://curioso-por-naturaleza.blogspot.com/2019/10/cernicalo-primilla-europa-migracion-e.html

Grullas:

Prieta, J. y Del Moral, J. C. (2008). “La grulla común invernante en España. Población en 2007 y método de censo”. SEO/BirdLife. Madrid.

https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/biodiversidad/temas/inventarios-nacionales/21_grulla_2007_2008_tcm30-208145.pdf

Villafáfila:

https://patrimonionatural.org/espacios-naturales/reserva-natural/reserva-natural-lagunas-de-villafafila#