Mindo, paraíso de las aves. II

Tigana, Sunbittern (Eurypyga helias)/Arxiu RMiB

 

Quito, 26 de mayo de 2022

Es nuestro último amanecer en Quito, habrá que salir pronto por lo que solo tengo una hora para pajarear por los pequeños jardines que embellecen la piscina del hotel Marriott Quito. No tengo tiempo para descubrir muchas novedades, pero destaca la presencia de un colibrí gigante, Giant Hummingbird (Patagona gigas).


Jardines del Marriott Quito: https://ebird.org/checklist/S115323281

 

Platanero, Bananaquit (Coereba flaveola intermedia)/Arxiu RMiB

Atravesamos Quito siguiendo dirección norte antes que el tráfico se congestione con la hora punta. Seguimos la carretera 28 y abandonamos el valle central andino, trepando por la ladera norte del Macizo de los Pichinchas para subir hasta la localidad de Calacalí a 2.800 m. A partir de este punto se abandona el páramo de la región andina para dar paso a un estrecho valle fluvial. En sus empinadas laderas crece un cerrado bosque tropical nublado, para proteger esta selva húmeda se creó la Reserva Ecológica Mindo-Nambillo en 1988, que se extiende por 19.200 ha. 

El límite del bosque montano con el bosque húmedo lo marcan los pies de guarumo (Cecropia telenitida). Es un árbol que tiene anchas hojas digitadas de color blanquecino que contrastan con el follaje verde que domina el dosel de estos bosques impenetrables.


Ermitaño de Yaruqui, White-whiskered Hermit (Phaethornis yaruqui)/Arxiu RMiB

Tras dos horas de viaje por una sinuosa y bacheada carretera llegamos a San Carlos, un barrio de San Miguel de los Bancos. Nos dirigimos a una de las abundantes reservas privadas que se han creado porque en Mindo se observan hasta 550 especies de aves, por ello se ha convertido en una Meca para los ornitólogos de todo el mundo.


Amazilia de cola rufa, Rufous-tailed Hummingbird (Amazilia tzacatl)/Arxiu RMiB

El Punto Ornitológico Mindo se encuentra al final de una calle pedregosa, una puerta destartalada da paso a una torre observatorio, construida con bambú. Desde ella se domina un barranco por el que cae un arroyo que finaliza en una pequeña laguna, unos pocos metros más y se precipita al río Nambillo.


Tangara Goliplateada, Silver-throated Tanager (Tangara icterocephala)/Arxiu RMiB

Nos recibe Alcivar Saragosin, su apariencia podría ser la de un campesino más pero su menuda talla esconde a un increíble conocedor de las aves y sus costumbres, incluso habla a las aves y estas parecen entenderlo. Gestiona con mimo esta reserva que está llena de comederos de bananas que atraen un ejército de tangaras y libaderos de colibrís, nada más entrar tropiezas con decenas de aves que revolotean por todas partes. 


Colibrí Nuquiblanco, White-necked Jacobin (Florisuga mellivora)/Arxiu RMiB

Ante tal alud de estímulos simultáneos la cabeza del naturalista amenaza con explotar, no es capaz de decidir donde fijar la atención. Los pajareros estamos acostumbrados a dirigir nuestra atención al movimiento, pero aquí todo destella de color y rápidos movimientos. Pasados los primeros segundos de confusión decido parar, creo que será mejor intentar fotografiar la mayor cantidad  de especies para después intentar identificarlas. Mi consciencia logra centrarse y el humo se desplaza al disparador de cámara.


Tangara Dorada, Golden Tanager (Tangara arthus)/Arxiu RMiB


Alcivar casi tiene que arrastrarme para que abandone la plataforma, le seguimos bajando por un sendero empinado. Él señala y canta el nombre en inglés de cada especie que se cruza, son tantas que a la velocidad que lo hace solo puedo intentar apuntarlas en mi cuaderno de campo, el problema es que como no hablo inglés, escribo lo que entiendo. Sólo si una especie es grande y tranquila me permito el lujo de detenerme a observarla con los prismáticos, ello me hace perderme otras dos o tres aves. 


Nido con mínimos colibrís/Arxiu RMiB


Llegamos a la lagunilla y Saragosin nos señala un diminuto nido de colibrí del que asoman dos cabecitas que esperan la ceba, esperamos unos eternos segundos y como no aparecen los padres abandonamos el lugar. Unos metros después Alcivar nos coloca en semicírculo junto al charco, empieza a hablar entre dientes, más bien parece sisear palabras como: “bonita”, “preciosa”, “¿cómo estás?”. Entre la vegetación aparece una preciosa tigana, Sunbittern (Eurypyga helias). Lo increíble es que las letanías de Alcivar parecen tranquilizar la ardeida que se pasea por las orillas a escasos metros de 7 personas alucinadas. Nos cuenta que es uno de dos los pollos nacidos en la zona, la conoce desde polluelo y la visita todos los días para velar por su seguridad y bienestar. Los adultos y la hermana hace tiempo que se fueron pero ella ha preferido quedarse con Alcivar.

Elanio Tijereta, Swallow-tailed Kite (Elanoides forficatus)/Arxiu RMiB


Seguimos el recorrido para descubrir muchas más aves: elanio tijereta, Swallow-tailed Kite (Elanoides forficatus), cabezón cabecirrojo, Red-headed Barbet (Eubucco bourcierii), momoto Yeruvá Occidental, Rufous Motmot (Baryphthengus martii), titira enmascarado, Masked Tityra (Tityra semifasciata), tucán del Chocó, Choco Toucan (Ramphastos brevis) o tucanete culirrojo, Crimson-rumped Toucanet (Aulacorhynchus haematopygus), solo por citar las especies más grandes. Esa mañana conseguí fotografiar o apuntar en el cuaderno 50 especies, una cuantas más quedaron sin registrar. 


Arasarí Acollarado, Collared Araçari (Pteroglossus torquatus)/Arxiu RMiB
 

Lista del Punto Ornitológico Mindo;  https://ebird.org/checklist/S115324800


A medio día tienen sacarme a rastras del Punto Ornitológico Mindo, tenemos que ir a nuestro alojamiento porque tienen preparada la comida. En pocos minutos llegamos al Sisakuna Lodge, bajamos las maletas pero el shock pajarero está lejos de mitigarse. Tenemos una mesa preparada a la sombra de una terraza cubierta que está rodeada de un jardín lleno de orquídeas, bebederos de colibrí y comederos de tangaras. ¡Hay pájaros por todas partes! Una buena cerveza helada me hace entrar en razón, hay que parar, beber y comer un poco para recuperar fuerzas y dedicar todo el resto de la jornada a fotografiar aves.

  

Lista de Sisakuna Lodge; https://ebird.org/checklist/S115376693


Quetzal Cabecidorado, Golden-headed Quetzal (Pharomachrus auriceps)/Arxiu RMiB


San Carlos (Mindo), 27 de mayo de 2022

Después del éxtasis ornítico de la jornada anterior no me cuesta nada madrugar para salir a pajarear por los alrededores de San Carlos. Todavía es noche cerrada, paseo por las calles buscando un camino que me interne en el bosque, solo los ladridos de los perros parecen romper la tranquilidad. 


Helenor blue morpho (Morpho helenor)/Arxiu RMiB

Una calle llena de charcos deja atrás las últimas casas y parece internarse en el bosque, me acompañaba un perro joven que quiere demostrar que es un buen compañero de aventuras. Hasta que no sale el sol, todo está negro y silencio, las aves no se mueven. El camino llega a un torrente y detrás muere en una casona, he llegado al final de esa pista. Regreso caminando despacio intentando descubrir las avecillas que se mueven en los setos. Por destacar alguna señalar la presencia de un grupo familiar de semillero azul, Ecuatorian Seedeater (Amaurospiza aequatorialis).


Cabezón Cabecirrojo, Red-headed Barbet (Eubucco bourcierii)/Arxiu RMiB
 

San Carlos Mindo: https://ebird.org/checklist/S115415011


Después del desayuno ya junto a mis amigos vamos al Tarabita Cable Car. Cuelgan unas cestas de los cables de un teleférico que mueven gracias al motor de un coche y permiten al visitante elevarse por el dosel del bosque y subir una empinada ladera de donde salen varias rutas a diferentes cascadas. En el recorrido por el singular teleférico observamos las tres especies de carroñeros y el elanio tijereta.


Colibrí huérfano/Arxiu RMiB

En la parte alta del bosque sorprendo un espectacular Saltarín Alitorcido, Club-winged Manakin (Machaeropterus deliciosus). En la caseta del motor del segundo tramo del teleférico tienen entre algodones un diminuto pollo de colibrí que alguien encontró en el suelo del camino. Lo alimentan con agua azucarada gracias a un cuentagotas minúsculo, completan su dieta con alguna arañita que devoraba con gula el pajarillo. El pollo ya ha logrado sobrevivir una semana, ¡Suerte pequeñín!


Tangara Carafuego, Flame-faced Tanager (Tangara parzudakii)/Arxiu RMiB

 

Tarabita Cable Car: https://ebird.org/checklist/S115415447


La jornada continua con una visita a Mariposas de Mindo, es un mariposario que permite disfrutar de algunos de los lepidópteros más llamativos que hay en el trópico. Destacaban especies como el Morpho helenor, pero hay otras muchas: Heliconius cydno, Heliconius erato, Heliconius hecale, Heliconius melpomene, Heliconius timareta, Hypothyris ninoniaMarpesia marcella


Bastón de emperador (Etlingera elatior)/Arxiu RMiB

Regresamos a comer al Sisakuna Lodge y recoger las maletas, aún tenemos tiempo para disfrutar de un mosquerito silbón, Southern Beardless-Tyrannulet (Camptostoma obsoletum). Por la tarde debemos deshacer camino para regresar al valle central de los Andes, pero nos aún nos espera otro atracón de aves, la visita al Alambi Reserve


Tucanete Culirrojo, Crimson-rumped Toucanet (Aulacorhynchus haematopygus)/Arxiu RMiB
 

En el valle de Tandayapa hay un alojamiento rural en medio de un bosque primario del Chocó. Allí Fabián Luna ha montado comederos de tangaras y bebederos a los que acuden hasta 30 especies de colibrís diferentes, además suele frecuentarlo el quetzal, sin duda es un lugar imprescindible para cualquier ornitólogo. Mejor que intentar describir la explosión de biodiversidad con la que gozamos en Alambi, repasar la lista de aves y algunas de las fotos eBird.


Carpintero Alidorado, Golden-olive Woodpecker (Colaptes rubiginosus)/Arxiu RMiB
 

Alambi Reserve: https://ebird.org/checklist/S115417412

 

Tangara Cabeciazul, Blue-necked Tanager (Tangara cyanicollis)/Arxiu RMiB

Extasiados después del atracón de aves en Mindo nos encaminamos hasta nuestro siguiente alojamiento, la hacienda la Ciénaga, una antigua casona colonial a los pies del Cotopaxi.


Inca Pardo, Brown Inca (Coeligena wilsoni)


Entre colibrís en el Punto Ornitológico Mindo

Texto y fotos de Rafa Muñoz/Arxiu RMiB. Otros autores especificados en el pie Foto.