15 días, 4.000 km,
384 observaciones de 70 especies de animales salvajes: 65 especies de aves, 4
mamíferos marinos y uno terrestre.
Ásaskóli, Árnes |
19 de julio, el Círculo de Oro
Ásaskóli, Árnes. (64° 3'53.02"N / 20°11'1.61"O)
Por la mañana exploré las
campiñas de Árnes donde estábamos alojados, este es uno de los pocos lugares donde hay cultivos, siembran heno y
avena para alimentar el ganado durante los largos inviernos islandeses, esta es
una actividad reciente, solo se ha empezado a cultivar gracias a la mecanización
que permite la siega y el empacado en verde o el uso de empacadoras-secadoras,
en julio los grandes campos ya estaban segados y salpicados por las enormes pacas
cilíndricas, otra de las técnicas que permite cultivar esta tierra extrema es que todos los campos
están rodeados por profundos canales de drenaje.
Estos cultivos eran un imán para las
aves de la zona, en ellos se juntaban grandes bandos de Zarapito trinador (Numenius phaeopus), de Chorlito dorado europeo (Pluvialiis apricaria), de Archibebe común (Tringa totanus), de Gaviota argéntea (Larus argentatus) y de
Gaviota reidora (Chroicocephalus
ridibundus).
Archibebe común (Tringa totanus) |
Otras aves presentes en menor número eran el Ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus), el Cuervo grande (Corvus corax) y el omnipresente Zorzal alirrojo (Turdus iliacus). Me dejó boquiabierto el ruido que hacía la Agachadiza común (Gallinago gallinago) y que yo oía por primera vez, es un peculiar y penetrante sonido provocado por los machos cuando se dejan caer en picado, el paso del aire por las plumas externas de la cola emite un ruido similar a un tamborileo.
En dos cortas horas fui testigo
de toda una amplia muestra de técnicas defensivas de las nidadas en las gravas
a orillas del río Kálfá que es un afluente del río Þjórsá. Primero encontré una pareja de Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula)
su estrategia defensiva consistía en piar sin parar y correr delante de mí.
Poco después una pareja Chorlito dorado europeo (Pluvialiis apricaria) defendía sus ocultos pollos o nido, su técnica consistía en silbar sin parar a mi paso, cuando me paraba para mirarlos levantaban el vuelo para posarse unos metros más adelante.
Poco después una pareja Chorlito dorado europeo (Pluvialiis apricaria) defendía sus ocultos pollos o nido, su técnica consistía en silbar sin parar a mi paso, cuando me paraba para mirarlos levantaban el vuelo para posarse unos metros más adelante.
Otros valientes progenitores fueron
dos parejas de Archibebe común (Tringa
totanus) que revoloteaban sobre mí sin parar de gritar como lo hacen las cigüeñuelas, después de llamar
mi atención se posaban en el suelo para intentar que fuera a por ellos y así
alejarme del nido. Una valiente hembra de Ánade azulón (Anas platyrhynchos)
exhibió todo tipo de trucos para que no me acercara a la mínima lagunilla donde
estaban ocultos sus pollos.
La especie más expeditiva a la hora de defender su descendencia es el Charrán ártico (Sterna paradisaea), cuando me acercaba donde debían tener sus puestas se venían todos encima de mí sin parar de chillar y alguno llegó a picar mi cabeza, otros intentaban mancharme con sus excrementos.
Charrán ártico, Arctic Tern, Kría (Sterna paradisaea)
El charrán ártico además de muy valiente es el ave que realiza la migración más larga, llegan a Islandia a principios de mayo y se marchan a principios de agosto, atraviesan todo el Atlántico y en noviembre llegan al mar de Weddell, en la Antártida, acabado el verano del hemisferio sur vuelven a atravesar todo el océano y regresan a Islandia. Por tanto pueden llegar a realizar hasta 90,000 km cada año lo que equivaldría a dar dos vueltas a la tierra, con un rápido cálculo se deduce que si viven hasta 30 años un charrán ártico en toda su vida podría recorrer siete veces la distancia que separa la Tierra de la Luna.
Charrán ártico, Arctic Tern, Kría (Sterna paradisaea)
El charrán ártico además de muy valiente es el ave que realiza la migración más larga, llegan a Islandia a principios de mayo y se marchan a principios de agosto, atraviesan todo el Atlántico y en noviembre llegan al mar de Weddell, en la Antártida, acabado el verano del hemisferio sur vuelven a atravesar todo el océano y regresan a Islandia. Por tanto pueden llegar a realizar hasta 90,000 km cada año lo que equivaldría a dar dos vueltas a la tierra, con un rápido cálculo se deduce que si viven hasta 30 años un charrán ártico en toda su vida podría recorrer siete veces la distancia que separa la Tierra de la Luna.
La especies más tímidas de la
mañana fueron la Serreta mediana (Mergus
serrator) que levantaba el vuelo nada más verme a mucha distancia y un macho
de Pardillo norteño islándico (Acanthis
flammea islandica) que cantaba escondido en el interior de un abedul, en un
seto.
Pardillo norteño islándico, Mealy Redpoll, Auðnutittlingur (Acanthis flammea islandica)
Esta es una de las cuatro subespecies de lo que se denominaba Pardillo sizerín (Carduelis flammea), algunos taxónomos, entre ellos SEO/BirdLife, separan esta especie en 2: el pardillo sizerín (Carduelis flammea) y el Pardillo ártico, boreal o de Hornemann (Carduelis hornemanni).
BridLife International y el Handbook of the birds of the world creen que en realidad son tres especies distintas: el Pardillo alpino (Acanthis cabaret), el Pardillo norteño (Acanthis flammea) y el Pardillo ártico, boreal o de Hornemann (Acanthis hornemanni).
Estas tres especies se subdividen en seis taxones:
El Pardillo alpino se tiene la subespecie Acanthis cabaret cabaret que habita en Centroeuropa, sur de Escandinavia y en las islas británicas. La subespecie Acanthis cabaret disruptis viven en el suroeste de Escocia.
El Pardillo norteño (Acanthis flammea) tiene dos subespecies, el Acanthis flammea flammea que vive en Escandinavia, Siberia, Alaska y Canadá. La subespecie Acanthis flammea islandica que vive en Islandia.
El Pardillo ártico, boreal o de Hornemann tiene dos subespecies la Acanthis hornemanni exilipes que vive en la tundra de Eurasia y norte de norteamérica y la Acanthis hornemanni hornemanni que vive en Groenlandia, zonas próximas de Canadá.
Pero los holandeses van más allá y proponen que en Islandia está el Pardillo islándico (Acanthis islandica), las aves islandesas son más grandes y muy oscuras, lástima que no pude hacer ninguna foto, cuando me vio desapareció en la espesura y ya no volvió a cantar.
Pardillo norteño islándico, Mealy Redpoll, Auðnutittlingur (Acanthis flammea islandica)
Esta es una de las cuatro subespecies de lo que se denominaba Pardillo sizerín (Carduelis flammea), algunos taxónomos, entre ellos SEO/BirdLife, separan esta especie en 2: el pardillo sizerín (Carduelis flammea) y el Pardillo ártico, boreal o de Hornemann (Carduelis hornemanni).
BridLife International y el Handbook of the birds of the world creen que en realidad son tres especies distintas: el Pardillo alpino (Acanthis cabaret), el Pardillo norteño (Acanthis flammea) y el Pardillo ártico, boreal o de Hornemann (Acanthis hornemanni).
Estas tres especies se subdividen en seis taxones:
El Pardillo alpino se tiene la subespecie Acanthis cabaret cabaret que habita en Centroeuropa, sur de Escandinavia y en las islas británicas. La subespecie Acanthis cabaret disruptis viven en el suroeste de Escocia.
El Pardillo norteño (Acanthis flammea) tiene dos subespecies, el Acanthis flammea flammea que vive en Escandinavia, Siberia, Alaska y Canadá. La subespecie Acanthis flammea islandica que vive en Islandia.
El Pardillo ártico, boreal o de Hornemann tiene dos subespecies la Acanthis hornemanni exilipes que vive en la tundra de Eurasia y norte de norteamérica y la Acanthis hornemanni hornemanni que vive en Groenlandia, zonas próximas de Canadá.
Pero los holandeses van más allá y proponen que en Islandia está el Pardillo islándico (Acanthis islandica), las aves islandesas son más grandes y muy oscuras, lástima que no pude hacer ninguna foto, cuando me vio desapareció en la espesura y ya no volvió a cantar.
Mas descarados eran los
abundantes adultos de Bisbita pratense
(Anthus pratensis) que con ceba en el pico se posaban en las estacas de los
linderos para esperar que me alejará y entrar a alimentar a sus pollos ocultos
entre la alta hierba. La Lavandera
blanca (Motacilla alba) y algún grupo de Estornino pinto (Sturnus vulgaris) fueron el resto de aves que
observé antes del desayuno.
Ya con toda la familia fuimos a
recorrer la ruta conocida como el Círculo de Oro, esta es una amplia zona situada al este de
la capital en la se visita una selección de maravillas naturales que todo viajero
que se acerque a Islandia deben conocer, los tours suelen ofertar esta ruta para realizarla en una larga jornada de autobús partiendo y regresando a la capital.
Cascadas de Gullfoss (64°19'36.35"N / 20° 7'5.78"O)
Esta es una doble cascada del río Hvítá, que significa río blanco, recoge las aguas del centro de
las Tierras Altas y de dos enormes glaciares, tanta cantidad de
agua ha horadado la piedra volcánica con salto de agua de 32 metros y con una
anchura de 70 metros, el ruido era impresionante. Aquí se rodaron en
invierno algunas escenas de Juego de Tronos que ilustraban las tierras al norte
del Muro.
Géiser Strokkur |
Área geotermal de Geysir (64°18'38.41"N / 20°17'41.54"O)
Después nos dirigimos al valle de
Haukadalur, a la archiconocida área geotermal de Geysir. Geysir era
una enorme surgencia intermitente de agua que se elevaba a gran altura y que dio el nombre de géiser a
todos los demás fenómenos similares pero la fea costumbre de los turistas de tirar piedras dentro
provocó que se cegara para siempre. Por suerte se activó otro cercano, el
géiser Strokkur, que expulsa una columna de agua con una altura variable de unos 10 metros de altura, aunque también es variable esta se proyecta en periodos de unos
8 minutos.
Géiser Strokkur |
El agua brota a una temperatura cercana a los 120 °C con un fuerte ruido, es muy espectacular todo pero quizás destaca la belleza de los tonos de la enorme pompa azul previa al estallido del chorro de agua. Hay que dedicar bastante tiempo para visitar esta zona que además está sembrada de fumarolas, fuentes termales, pozos de barro hirviente y otros pequeños géiseres esparcidos por una zona muy extensa. Si se tiene la suerte de luzca el sol habrá que insistir mucho para que un fotógrafo acabe la visita ya que estará extasiado fotografiando sin parar los amarillos del azufre, los verdes del cobre, el rojo del hierro y la inmensa diversidad de tonos azules del agua.
Río Ölfusá puente de la carretera 359 (64°11'18.71"N / 20°24'22.51"O)
Paramos para comer de pícnic a orillas del
río Ölfusá, está cercano a la localidad Reykholt y fue todo un acierto porque pude disfrutar
con un grupo de 5 Falaropo picofino
(Phalaropus lobatus) y una Agachadiza
común (Gallinago gallinago).
Falaropo picofino (Phalaropus lobatus) |
Ferjunef, Skálholt (64° 8'42.32"N / 20°33'32.71"O)
De camino atravesando el puente de Ferjunef que
salva el río Brúara, que es el desagüe del lago Apavatn y que poco después se
une con el río salmonero Hvítá, encontré un macho y dos hembras de Pato arlequín (Histrionicus histrionicus)
sin duda uno de los delicatesen de las aves islandesas, estaban muy lejos y no pude hacer
ninguna foto.
Thingvellir (Þingvellir)
National Park (64°16'46.58"N / 21° 5'13.70"O)
A 60 km de Gullfoss y 45 de la
capital se encuentra este Parque Nacional que tiene un alto valor histórico ya
que fue sede del Parlamento Islandés, el más antiguo del mundo que se reunió
por primera vez en el año 930 junto a la roca de la ley, el Lögberg, también aquí
se declaró la independencia de Islandia en 1944. Sus valores naturales son
paisajísticos por la presencia de dos fallas provocadas por los movimientos de
las placas tectónicas.
Sinceramente no creo que valga
mucho la pena venir porque hay demasiada gente que solo puede ir por zonas muy
concretas, en mi opinión la belleza natural del lugar no puede competir con la
de zonas geotermales o cataratas y la presencia de tanta gente no favorece la
observación de aves aunque según las reseñas consultadas aquí abunda la
subespecie del Chochín islándico y hay pardillo norteño islandés, nosotros solo
vimos zorzal alirrojo, lavandera blanca y bisbita pratense. Pero quizás algunos
no se lo quieran perder ya que en la cuarta temporada de Juego de Tronos aquí se
rodaron algunos de los parajes por donde huían Arya Stark y "El
Perro" camino del Nido de Águilas.
20 de julio, lluvia y la Reserva de aves de Flói
Amaneció un día muy cerrado de
nubes que pronto soltaron su carga de agua y no pararon, todo aderezado con fuertes vientos ¡un magnífico y típico día islandés!
Cráter Kerið (64° 2'31.60"N / 20°53'15.82"O)
Iniciamos la jornada visitando en
este cráter volcánico que tiene unos 3000 años de antigüedad, la altura de su cono es de 55 metros y en el fondo hay una laguna con un precioso azul turquesa, sus aguas
tienen una profundidad de entre 7 y 14 metros. Toda la zona tiene un colorido
espectacular, lavas rojizas, verdes brillantes del musgo que contrastan cenizas
negruzcas y azuladas que hacen muy recomendable la visita y además se puede bajar al fondo del cráter.
Hveragerdi (64° 0'3.03"N / 21°11'18.11"O)
La lluvia arreciaba y tuvimos que
descartar la ruta prevista para ir Reykjadalur donde había invernaderos calentados por
energía geotérmica junto al río Varmá y un valle en las montañas con piscinas
termales, tuvimos que conformarnos con visitar en el parque geotermal en el centro de Hveragerdi
y remojar nuestros pies en agua caliente mientras caía un diluvio universal que
hizo que tuviéramos que comer dentro del coche.
Flói bird Reserve (63°54'1.17"N / 21°11'30.38"O)
Por la tarde intentamos probar
suerte para ver si paraba la lluvia y nos fuimos a la Floi bird Reserve. Esta
reserva ocupa un área 5 km² junto al área de Ölfusforir y el estuario del río
Ölfusá, es un Zona Importante para Aves (IBA) donde se reproducen 25 especies
de aves y durante el año la frecuentan un total de 70 especies, es muy conocida
por la presencia de varias parejas reproductoras de colimbo chico. La
lluvia lejos de calmar arreció, el fuerte viento empujaba arena y agua con tanta furia que impedía estar fuera del coche en el estuario del Ölfusá un sitio que
en condiciones normales debería estar repleto de aves y focas pero ahora solo tenía alguna Gaviota argéntea (Larus
argentatus) y Gaviota sombría (Larus
fuscus).
Unos metros más por la carretera 34 y encontramos el desvío a la reserva de Flói, después de seguir la larga pista llegamos al observatorio de madera que se asoma a varias lagunas algo alejadas que
están rodeadas de un mar de carrizos. Allí difuminadas por la cortina de agua
vimos 13 especies; Agachadiza común (Gallinago
gallinago), Aguja colinegra islandesa (Limosa limosa islandica), Archibebe
común (Tringa totanus), Bisbita pratense (Anthus pratensis), Charrán ártico (Sterna
paradisaea), una pareja de Cisne
cantor (Cygnus cygnus) con pollos pequeños, Estornino pinto (Sturnus vulgaris), Gavión atlántico (Larus marinus), Gaviota
argéntea (Larus argentatus), Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus), Ostrero
euroasiático (Haematopus ostralegus), Zarapito trinador (Numenius phaeopus)
y 7 ejemplares de Colimbo chico (Gavia
stellata) pero la calidad de las observaciones y de las fotos fueron muy malas
por culpa de la cortina de agua y la neblina del lugar, este lugar en
condiciones normales debe ser uno de los TOP en un viaje ornitológico a
Islandia.
Texto de Rafa Muñoz, fotos de Aitana Muñoz, Mar Muñoz y Rafa Muñoz.
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