Aves pelágicas en Muxía

 


Día 10 de septiembre


Vuelvepiedras


Después de conducir 1000 km llegué el día 10 por la tarde a Muxía. Un pequeño paseo para estirar las piernas por la costa exterior me permitió observar andarríos chico (Actitis hypoleucos), bisbita ribereño (Anthus petrosus), colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), collalba gris (Oenanthe oenanthe), corneja negra (Corvus corone), garza real (Ardea cinerea), gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus) y vuelvepiedras común (Arenaria interpres).


Muxía


Día 11 de septiembre

El sábado 11 de septiembre a las 7:30 horas embarqué en el Eureka, la barca con sede en el puerto de Muxía, Fisterra. Estas salidas las organizan Daniel López Velasco y Fernando Pereiras para disfrutar de las aves marinas. El día amaneció soleado con poco viento lo que facilitó la travesía aunque esta bonanza no es muy propicia para la observación de aves pelágicas.


Cabo Vilán, Fisterra

Con los primeros rayos de sol levantándose llegamos al Cabo Vilán, rodeamos el islote Vilán de Fóra, donde debe seguir quedando alguna pareja reproductora de arao común (Uria aalge). En 2018 según el Colectivo ecologista PX había entre una y tres parejas. Junto a las teóricas seis parejas que quedarían en las islas Sisargas y una más en las islas Lobeiras, frente a O Pindo, serían los últimos supervivientes de una población que los años sesenta del siglo XX  rondaba las mil parejas.


Arao común


Halcón peregrino en el islote de Vilán de Fóra


En los islotes había buenos números de cormorán grande (Phalacrocorax carbo), cormorán moñudo atlántico (Phalacrocorax aristotelis aristotelis) y gaviotas. Posado en lo alto de uno de los farallones había un halcón peregrino mediterráneo (Falco peregrinus brookei).  


Juveniles de gaviota 

   

La proa viró rumbo noroeste y nos adentramos en el océano escoltados por un ejército ruidoso de jóvenes de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) y gaviota sombría (Larus fuscus).   


Alcatráz atlántico

  

Algunos ejemplares alcatráz atlántico (Morus bassanus) de todas las edades pasaban cerca de nuestra embarcación sin prestarnos mucha atención.


Pardela cenicienta atlántica

No tardamos mucho en recibir la visita curiosa de alguna pardela cenicienta atlántica (Calonectris borealis).


Gaviota cáspica


Alguien acostumbrado a la difícil tarea de identificar juveniles de gaviota en alta mar gritó que había una gaviota cáspica (Larus cachinnans).

Pasó volando un grupo de negrón común (Melanitta nigra) en migración activa y poco después vimos otro grupo.

Más pardelas cenicientas se acercaban curiosas a nuestra embarcación y entre ellas descubrimos alguna pardela balear (Puffinus mauretanicus).

Durante toda la jornada vimos varios pequeños grupos de limícolas formados por ejemplares de correlimos común (Calidris alpina), correlimos tridáctilo (Calidris alba) o de falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius).


Págalo grande

No llevábamos más de una hora embarcados cuando se acercó el primer págalo grande (Stercorarius skua), durante la mañana pudimos disfrutar con la presencia de varios ejemplares, uno de ellos estaba anillado.


Pardela pichoneta

Solitarias o en pareja vimos pardelas pichoneta (Puffinus puffinus) pero pasaban de largo sin acercarse, más curiosas y abundantes fueron las pardelas sombrías (Ardenna grisea).


Pardela sombría

Ballena azul

El mar estaba muy llano y ello nos permitió localizar en la lejanía un grupo de delfines que no pudimos identificar. Para compensar tuvimos más suerte con un enorme soplido también muy alejado, pero pudimos fotografiar su mínima aleta dorsal que lo delataba como ballena azul (Balaenoptera musculus). Fue todo un lujo ver al animal más grande del planeta que puede alcanzar los 30 metros de longitud y las 170 toneladas de peso.


Págalo parásito

Ya casi no se distinguía en el horizonte la línea costera cuando aparecieron algunos ejemplares de fumarel común (Chlidonias niger), charrán común (Sterna hirundo) y charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis). Pendientes de ellos viajaban algunos ejemplares de págalo parásito (Stercorarius parasiticus).

Durante la jornada se vio algún págalo pomarino (Stercorarius pomarinus) y un págalo rabero (Stercorarius longicaudus).


Gaviota de Sabine

Cercano el mediodía localizamos los primeros grupos de gaviota de Sabine (Xema sabini) descansaban posados en el agua, estuvimos media mañana acercándonos con cuidado para poder disfrutar de esta especie singular. Esta pequeña gaviota pelágica, vive en alta mar y solo se acerca a tierra para criar. Ponen sus huevos en la tundra, al norte de Alaska, Canadá y Groenlandia.

Gracias al radio seguimiento con emisores GPS de ejemplares marcados entre 2008 y 2012, en la isla de Nasaruvaalik en el ártico canadiense, se sabe que una pequeña parte de la población rodea Canadá para entrar al Atlántico. Algunas se concentran frente a las costas gallegas entre los meses de septiembre y noviembre, en el límite de la plataforma continental para alimentarse de las surgencias de krill. Después continúan viaje hasta aguas de Namibia y Sudáfrica. Pero la mayoría de las sabini prefiere seguir por el oeste, rodear Alaska y bajar por aguas del Pacífico para invernar en las costas de Perú.

Davis, Shanti & Maftei, Mark & Mallory, Mark. (2016). Migratory Connectivity at High Latitudes: Sabine's Gulls (Xema sabini) from a Colony in the Canadian High Arctic Migrate to Different Oceans. PLoS ONE. 11. e0166043.. 10.1371/journal.pone.0166043.

Se dejaron ver el paiño de Wilson (Oceanites oceanicus) y el paiño europeo atlántico (Hydrobates pelagicus pelagicus).


Rorcual común

Llegamos hasta 43°19'36.9"N 9°17'09.2"W, al noroeste de Cabo Vilán, a unos 20 kilómetros de la costa. De regreso estuvimos muy entretenidos con la observación de cuatro ejemplares de rorcual común (Balaenoptera physalus).


El Eureka


Las costas gallegas nunca defraudan, disfrutamos de una jornada muy interesante. Muchas gracias a los organizadores, al patrón, a los guías y al resto de compañeros. Si puedes no lo dudes, apúntate a las salidas del próximo año.

 

Texto y fotos de Rafa Muñoz.